Por esa razón es que, ante la incertidumbre que existe sobre la forma en que están trabajando esos grupos, después de varios encuentros que tuvo con ellos, el funcionario en mención, es necesario que la misma dependencia ofrezca una explicación convincente, a petición de la cooperativa, debido a que, si hay algo irregular, necesariamente se tendrá que proceder por la vía legal contra quien o quienes resulten responsables, expuso el representante de los cooperativistas.
Dijo que “de repente se calmaron los ánimos, se levantó el bloqueo y todo mundo empezó a trabajar la langosta, a pesar de que casi nadie tiene permisos para ello, porque la concesión de la mayoría de las costas es de cooperativa Ensenada, y en todo caso es la que debería autorizar quién debe trabajar o no en su zona concesionada.
Por esa razón es que surge la incertidumbre y con ello la sospecha de que “hay gato encer-rado” o un maridaje clandestino y proteccionista de las autoridades de la Conapesca y los grupos de pescadores, que tal vez están trabajando de manera ilegal y, de no ser así, que dé la cara el director de Ordenamiento Pesquero, Víctor Arriaga y “que nos desmientan y nos exhiban si no tenemos la razón”, retó el representante de los cooperativistas.
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