Como era de esperarse, en la intimidad de las Camaras, con poca difusión, cero transparencia, nula discusión, los partidos políticos aliados en contubernio legislativo, le clavaron la daga mas grande que tenían en su mano a los Sindicatos de PEMEX y de la CFE.
Su historia de luchas queda en el pasado, hoy comienzan a vivir una historia de adaptabilidad a las nuevas circunstancias, donde muchos de sus derechos se han esfumado en una masiva votación, que ningún mexicano fuera del Senado, se enteró, como fue y cuales fueron las razones del cambio que mata, el pasado y da nueva vida, con nuevas leyes a esos entes de PEMEX y CFE
El Senado aprobó en lo general y en lo particular las leyes de Pemex y de la CFE, en las cuales se contempla que éstas cambien a Empresas Productivas del Estado con un régimen especial bajo los principios de una organización empresarial y estructura corporativa.
Con votos 88 en favor, la mayoría del PRI, PAN, PVEM y PANAL por 26 votos en contra del PRD y PT, la Cámara alta aprobó el tercer dictamen -de cuatro- de las leyes secundarias de la reforma energética.
El dictamen fue enviado a la Cámara de Diputados para continuar con el proceso legislativo.
De última hora, las comisiones unidas de Energía y Estudios Legislativos Primera -pactadas entre PRI y PAN- presentaron reservas al dictamen para garantizar los contratos colectivos de los trabajadores de Pemex y CFE, así como derechos laborales de los trabajadores en activo, pensionados y jubilados.
Entre ellas destacan que en el caso de las contrataciones, los comités de Recursos Humanos y Remuneraciones propondrán al Consejo de Administración de ambas empresas y sus filiales la política de contratación «en cumplimiento con lo dispuesto en la legislación y el contrato colectivo de trabajo vigente».
Las reservas presentadas por los partidos de izquierda fueron rechazadas por la mayoría.
Al final de la sesión, la senadora Layda Sansores (PT) subió a tribuna vistiendo una casaca y una gorra del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME).
Desde ahí criticó al líder del Sindicato Petrolero, Carlos Romero Deschamps, por ser «un escapista» y además de que el Ejecutivo fue quien impulsó las últimas reservas presentadas en favor de los trabajadores de Pemex y CFE.
«El señor Romero Deschamps nunca dijo que él estaba luchando por este punto que era sustancial».
Previo a la votación, el senador Romero fue al escaño de la senadora Sansores, quien le reclamó su papel como líder de los petroleros, y al final él le dio un beso de despedida.
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