Vecinos de la colonia Granjas Familiares se vieron sorprendidos, en sus propias calles, por las interpretaciones de la Ópera Ambulante del Centro Cultural Tijuana que colaboró con el Festival Vivamos la Calle a través del Programa Nacional Cultura para la Armonía esta mañana de sábado.
Pedro Ochoa Palacio, director general del CECUT, destacó la importancia de sumar esfuerzos para hacer llegar las manifestaciones artísticas y culturales a la periferia de la ciudad. “El CECUT en representación del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes se complace de estar aquí y sumar las acciones del Programa Cultura para la Armonía a los esfuerzos del municipio y de las asociaciones civiles que buscan abrir espacios de convivencia”.
Cultura para la Armonía busca posicionar a la cultura como herramienta de transformación social; y redireccionar estas actividades culturales a zonas vulnerables para recuperar el tejido social, expresó el funcionario federal ante el resto de presido integrado por Patricia Sida Wilkes, directora de Policía y Tránsito Municipal; Rodolfo López Fajardo, delegado de Otay Centenario; Gabriela Posada del Programa para la Convivencia Ciudadana y Julio Rodríguez director del Festival Vivamos la Calle.
Posterior al acto protocolario, al que le precedió un recorrido por las carpas instaladas sobre la calle Mexicanidad donde diversas instancias brindaron asesoría y apoyo a los asistentes, las notas de temas como Júrame, Funiculì, funiculà resonaron junto a las voces la soprano Judy Chirino, los tenores Jorge Chinolla y Manuel Paz, así como el contratenor Humberto García que provocaron la emoción entre los asistentes.
Los rostros de sorpresa y exclamaciones como “qué bonito cantan”, “ay me enchinan la piel” y “ya hasta me dieron ganas de bailar” invadieron el ambiente festivo creado a partir de la intervención operística, misma que tiene como objetivo irrumpir con bel canto en espacios públicos y que cuenta ya con cuatro años de existencia
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