Después de una relación complicada en lo profesional entre Julio Scherer y Carlos Marín, al parecer nunca se limaron asperezas y al querer buscar rendir tributo póstumo , hubo quien no estuvo de acuerdo en la presencia de CarlosMarín .
Los restos del periodista mexicano Julio Scherer fueron velados en la funeraria del Panteón Francés durante todo el día. Al lugar acudieron familiares y personalidades del mundo de la política y el periodismo. Pero no todos salieron con el mismo humor. Por la tarde se difundió el rumor de que el director general editorial de Milenio, Carlos Marín, había sido expulsado del velorio.
A las 18:00 aproximadamente, Alejandro Meléndez, coeditor de fotografía del periódico El Financiero, compartió un mensaje en Twitter en el que dijo: ”Corren a Carlos Marín del velorio de Julio Scherer”. En conversación telefónica con SinEmbargo, el periodista detalló los hechos.
-¿Cómo ocurrió exactamente?
-Te lo cuento desde el principio. A las 14:30 llegamos al velorio para hacer fotos y vimos a muchos de los periodistas presentes como Aristegui… A las 17:00 nos dijeron a todos los periodistas que se llevaría a cabo una misa de cuerpo presente con la familia y cerraron la puerta del lugar en el que se encontraba el féretro para que los familiares tuvieran intimidad. Estaban a punto de colocar el ataúd en una carroza. Todos lo entendimos y esperamos. Entonces llegó Marín con su prepotencia habitual y abrió la puerta, y trató de entrar. Uno de los familiares le dijo: disculpa pero tienes que esperar fuera. Y él se indignó, alzó la voz y dijo algo así como: ‘He venido hasta aquí, pero si no me atienden me voy’. Y se salió indignado.
-¿Oyó lo que decía exactamente?
-Dijo algo así como: ‘si no me atienden me voy’. En todo caso, no era el lugar ni el momento para armar escándalo. Carlos Puig [director editorial de Milenio digital] le dijo que es mejor que se fuera, que no era momento para eso. Salió airado. Fue en ese instante en el que tomé la foto.
-¿Estaban todos en silencio cuando eso ocurrió?
-Sí. Fue un momento ríspido y vergonzoso. Estábamos en un velorio.
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