Como sede de torneos importantes visualizan en Baja California proliferación de infraestructura y talento en el ámbito tenístico.
Asimismo, la nacida en California logró prestigio en torneos como el Orange Bowl y Fiesta Bowl; Representando a México en las Olimpiadas de Barcelona (1992), posteriormente clasificada número 30 dentro del ranking mundial.
Otra figura destacada fue la de Raúl Ramírez, la leyenda de la raqueta ensenadense fue rankeado número 4 clasificado entre los mejores 10 tenistas del mundo, escribió su nombre con letras doradas al ser número 1 en dobles y finalista en Wimbledon (1976); Finalmente siendo inducido al Salón de la Fama del Tenis Intercolegial ITA de la NCAA de los Estados Unidos,
Dichos atletas forjaron camino hacia la innovación del deporte en la región generando impacto inicial de la pelota en una fisión vibrante de emoción, destreza y amor genuino por la cancha la cual ha servido para la fabricación de sueños.
A la par, la presencia de entrenadores autorizados, organización de torneos y academias han contribuido al crecimiento del deporte blanco en la frontera en pro del desarrollo de jóvenes talentos. Mismo involucrar ha proyectado a una comunidad de entusiastas de la raqueta a comulgar y practicar dicho deporte.
“No hay que dejar de lado la competencia y buena convivencia, el tenis, el cual ha sido impulsado desde nuestro torneo anual ha constituido las bases para la captación de nuevos jugadores con categorías infantiles hasta open”, señala Clara Huerta Cota, presidenta del comité de tenis Club Campestre.
Justas como el reciente anunciado Anual de Tenis 2024 por Club Campestre suman a los esfuerzos por convertir a Baja California en territorio competitivo en materia de tenis, a su vez, sumando al desarrollo físico y mental de talentos apuntando a ser potencia dentro del perfil tenístico en México
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