Mexicali.— Comentario de los Editorialistas de CampestreBC.- Es crudo y muy real el desinterés social y gubernamental, parece que el aprecio por la vida y por los ancianos se ha perdido. Es cierto que Gobierno y la sociedad ya han lamentado los hechos y ya han tomado cartas en el asunto. ¿Pero es eso suficiente? Se nota desde el centro del país, la lejanía, pareciera que se da a conocer una nota informativa más del día, cuando lo sucedido es un hecho que marca a la nación, por lo que significa él claro abandono a los viejos. Por donde se le vea, se percibe el desinterés en velar por su bienestar, tanto de sus hijos como del gobierno, en su vejez.
No olvidemos el Gran Contrato firmado por el Gobierno Estatal con la fundación Teletón por 10 años pagando mas de 4 millones de pesos mensuales al sistema de Negocio de Televisa, (44 millones anuales). No estamos en contra de la función social que hace el Teletón, nos indigna el negocio y los varios contratos que ellos tienen con todos los Gobiernos Estatales. Sin olvidar a los infantes en sufrimiento, ¿qué no debería ser una función del estado el cuidar de los ancianos? ¿Qué posibilidades reales hay de suministrar lugares dignos de atención a los ancianos en los Asilos? ¿Quién es el responsable de supervisar estos lugares? Por omisión e incumplimiento de la ley ¿donde están los responsables? Esta tragedia ¿va a quedar impune como el caso ABC? Queremos respuestas, ¡ya!
ENTREVISTA: Cuando Hortensia abrió los ojos faltaban cinco minutos para las cuatro de la mañana. Dormía en su pequeña casa color rojo, acompañada de sus hijas. El resplandor de algo, que parecía ser la luz del sol, iluminaba todo y eso le extrañó.
En el ejido Querétaro, en Valle Mexicali, en junio el calor arrecia, pero esa noche volteó a ver a una de las niñas y sudaba más que otros días. Además, ella sentía la piel pegajosa y caliente. “Abrí la ventana y que veo un fuego enorme”, cuenta.
Desde hace más de dos años es vecina del asilo de ancianos Hermoso Atardecer, donde abuelitos que vivían en situación de calle pasaban sus últimos días. “Me dio un impacto muy tremendo porque yo miré que ya se había consumido todo lo de arriba, porque era de dos pisos. No puedo olvidar sus gritos”.
Las llamas consumían rápidamente todo el lugar, una construcción mal hecha con láminas que hacían las veces de techo, un predio rodeado de árboles donde los ancianitos se refugiaban del fogaje del sol, pero que esa noche avivaron el fuego.
“Corrí con las niñas con el celular en la mano, y en cuanto salí de la casa llamé por teléfono a emergencias. Les dije que se estaba quemando el asilo y hasta los de la operadora se sorprendieron”, la casa hogar para ancianos era emblemática en el área rural de Mexicali, así que era de todos conocido ese lugar.
Hortensia, originaria de Veracruz, recuerda los gritos de los ancianitos, de un señor de voz rasposa que pedía ayuda. Ellos fueron los primeros en gritar, porque dice Hortensia que antes de esa hora no se escuchó ningún ruido.
La mujer recuerda que previo al incendio, los abuelitos estaban muy flacos. “Es que comían puras calabazas, mi cuñada trabajó en un tiempo y dice que sólo les daban unas calabazas y no los trataban bien. Además que (el lugar) era muy chico y había mucha gente ahí adentro.
Su hija mayor, Dora Alicia, recuerda que un anciano todos los días le gritaba: “hija, ¿aquí estás hija?”; al parecer la confundía con la hija que un día tuvo y que pareció abandonarlo, por lo que llegó al asilo.
Era un lugar muy triste, recuerda doña Hortensia, la vecina que aún no se recupera de la impresión y que han tomado como sombra peritos del gobierno federal y la Procuraduría General de Justicia de Baja California.
De acuerdo con las últimas investigaciones, el peritaje que entregó el departamento de Bomberos de Mexicali a la Fiscalía General del Estado, el incendio fue provocado, aunque aún no se conoce el contenido de toda la averiguación, cuyo dictamen podría darse a conocer a mediados de la próxima semana.
Staff CampestreBC / El Universal
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