Aprendamos en cabeza ajena con este lamentable caso tan sonado, bien podemos caer en los mismos errores en el ámbito en que nos desenvolvemos.
Todo inicio con un contrato de Miguel Herrera para encabezar la selección mexicana desde el repechaje mundialista contra Nueva Zelanda, después viene el desastre que dividiré en 4 puntos a reflexionar ordenados de manera cronológica.
Elige bien con quien te involucras.
Debido a su popularidad y peculiar carisma bastantes marcas se acercaron al piojo para que este sea parte de sus promocionales, él encontró una mina de oro allí logrando jugosos contratos con marcas como Ciel, Banorte, Segundamano.mx, Gobierno de Chiapas, Movistar y hasta el Partido Verde caso que es muestra que su amor al dinero es tan grande que poco le importo violar la veda electoral con tal de incrementar su cuenta de banco. Pero ese error le costó caro ya que ademas de manchar su imagen fue un detonante importante para que le lloviera críticas por estar más interesado en comercializarse que en dar resultados en lo deportivo.
Los objetivos son primero.
El objetivo principal de Herrera era obtener resultados favorables e incluso sobre pasar las expectativas. En el mundial logro un resultado promedio, nada nuevo que no se haya vivido en oportunidades anteriores, la copa américa donde se tiene un nivel competitivo se llevó a un seleccionado de bajo nivel logrando un resultado igual de mediocre, en copa oro donde historicamente se ha obtenido sin grandes esfuerzos se logró ganar pero con mucha dificultad y con ayuda del arbitraje. Mientras estos vergonzosos resultados se obtenían el piojo seguía firmando contratos de publicidad y conferencias, lo que generó como ya les comente fuertes críticas por descuidar lo deportivo que es su trabajo y solo enfocarse en aumentar su patrimonio. A pesar de estas señales de alerta continuo por el mismo camino y hasta llego refutar de manera agresiva a quien no tenía una buena opinión de él. Lo que nos lleva a lo siguiente.
Maneja las críticas.
Siempre, siempre, habrá opiniones externas sobre lo que se haga; aunque habrá unas que solo busquen dañar se deberá ser autocritico para tomar aquellas que puedan hacernos mejorar. Naturalmente que las opiniones respecto al trabajo realizado incrementarán al ser una figura pública, por lo que manejar las críticas recibidas resulta una cualidad clave para no tener en contra a los líderes de opinión. Con el piojo Herrera podemos aprender que no se debe hacer, en su caso recibió críticas (acertadas) de parte de Christian Martinoli, el ahora ex director lejos de saber manejar estas opiniones insulto al comentarista en ruedas de prensa y via redes sociales de manera frecuente siendo cada vez más agresivo. No podemos justificarlo, aunque no se estén de acuerdo en determinadas críticas se deberá mantener la postura, no ignorarlas pero tampoco tomarlas visceralmente, esto con mayor razón si se está en un ámbito deportivo donde (en teoría) la sana mentalidad es característica.
Que los impulsos no dominen.
Aunque es difícil de creer, un director técnico deportivo como el Miguel al encontrarse a su principal critico (el comentarista que ya mencioné) lo insulto y agredió físicamente en un aeropuerto, pasaron los minutos y al volvérselo a topar cual niño de primaria entre insultos lo reto a salir para pelear a golpes… así de lejos llego su impulso, pero así lo pago. Por no usar la razón fue despedido como cabeza de la selección mexicana perdiendo un ingreso muy importante, manchando aun mas su imagen lo que resta interés en las marcas en contratarlo y además genera que sus posibles empleadores piensen más de dos veces antes de contratar sus servicios. Pero como si esto no pudiera ser peor para aprender la lección Herrera ha declarado: “Regresare siendo el mismo”.
Para concluir…
Hace no mucho hablábamos de un piojo figura de esperanza para una selección más competitiva, apasionado en su trabajo, conocedor del futbol, toda una combinación del éxito. El caso del ex entrenador es una reflexión en si para darnos cuenta que llegar a una cumbre no significa estar en ella de manera permanente, las características que te llevaron allí no solo deben mantenerse sino que deberán si es posible pulirse y añadirse nuevas. Aprendamos en cabeza ajena que esto sucede en todos los ámbitos.
Bien dicen que lo realmente importante no es llegar a la cima, sino saber mantenerse en ella.
Por Gerardo Salas.
// El autor es coordinador de Juventudes Progresistas Baja California y ex presidente de la comisión estudiantil del Colegio nacional de licenciados en administración Tijuana.
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