A los 89 años falleció ayer en esta capital, don Héctor Sada Quiroga, visionario empresario bajacaliforniano, pionero de la industria en la región, pero sobre todo hombre sensible que siempre se distinguió como benefactor y altruista de muchas causas sociales. La sociedad mexicalense conoció ayer por la tarde la noticia del fallecimiento, por lo que las muestras de solidaridad empezaron a ser recibidas por la familia.
Sin embargo, no hubo confirmación de lugares y horarios de las exequias. El empresario nativo de Durango, pero con residencia en la capital bajacaliforniana desde muy joven, fue presidente y consejero de honor del Instituto Educativo del Noroeste A.C. y fundador del Centro de Enseñanza Técnica y Superior; fundador del Parque Industrial de Mexicali S.A. de C.V.
Don Héctor Sada nació el 19 de diciembre de 1925 en Canatlán, Durango. Estudió la carrera de Licenciado en Administración de Negocios en el Tecnológico de Monterrey y desde muy joven llegó a Mexicali, cuando estaba en todo su apogeo la época dorada del algodón. El espíritu visionario lo llevó a la creación de la Algodonera de Baja California, una de las empresas pioneras en el ramo algodonero del valle de Mexicali. Posteriormente adquirió la concesión de automóviles nuevos Chrysler y Dodge, próspero negocio que actualmente funciona con la razón social Auto Productos del Pacífico S.A., administrado por su hijo Héctor Sada Moreno.
A don Héctor Sada le corresponde el mérito de haber sido el primer tesorero (1958) que tuvo oficialmente el recién constituido Centro Patronal de Baja California, posteriormente llamado Centro Patronal de Mexicali y actualmente Centro Empresarial de Mexicali. La mesa directiva de la asociación pionera la formaban don Norberto Corella Gilsamaniego como presidente; don Héctor Sada Quiroga como tesorero; don Luis Mirón era el secretario; don Leandro Leal Marroquín el vocal y el revisor era don Roberto Bravo.
El Centro Patronal de Baja California afilió inicialmente a 46 empresas, entre ellas, la Algodonera de Baja California, propiedad de don Héctor Sada. En 1986, siendo presidente de Coparmex Mexicali, a don Héctor Sada le tocó una de las peores crisis que haya tenido el Centro.
Era la época en que todavía arrendaban la parte alta del edificio de Canacintra, ya que Coparmex en esa fecha aún no contaba con instalaciones propias. A consecuencia de una discusión de ideologías, los directivos de Canacintra decidieron echar a la calle a sus arrendatarios y lo que parecía un golpe mortal se convirtió en una bendición, ya que durante este trance se puso de manifiesto la solidaridad y el compañerismo de todos los asociados del Centro Empresarial. De inmediato, don Enrique Carmona prestó un local para que siguieran sesionando y atendiendo a los socios. Don Héctor Sada no quedó atrás y donó un amplio terreno por el bulevar Lázaro Cárdenas, donde se comenzó a construir un moderno edificio.
Al año de aquel percance, Coparmex Mexicali ya contaba con sus propias instalaciones saliendo fortalecido. Ese 1987 (fecha de inauguración del edificio) marcó un parteaguas en lo que se puede llamar el antiguo y el nuevo Centro Empresarial. Después de dos años de fructífera gestión (1986-1987), don Héctor entregó la presidencia al licenciado Carlos Postlethwaite Duhagón. Dejaba un nuevo Centro Empresarial fortalecido y con instalaciones propias, pero no se desligó de Coparmex, al contrario, desde 1991 y por méritos propios se convirtió en consejero nacional de la Confederación Patronal de la República Mexicana.
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