By California ha terminado ya con los últimos preparativos y se encuentra lista para empezar a emitir licencias de conducir a los inmigrantes indocumentados a partir de enero, una medida que se prevé que tenga un fuerte impacto sobre la comunidad hispana del estado, la más numerosa del país.
Aunque técnicamente la nueva ley entrará en vigor el próximo 1 de enero, no será hasta el día 2 (viernes) cuando los inmigrantes indocumentados residentes en California puedan dirigirse a las oficinas de tráfico del estado para solicitar los permisos de conducir, ya que el primer día del año es festivo.
«Nos hemos estado preparando para esto durante más de un año. Ya estamos listos», indicó el portavoz del Departamento de Vehículos de Motor (DMV) de California, Armando Botello.
Con la nueva ley, que fue firmada por el gobernador del estado, el demócrata Jerry Brown, en octubre de 2013, los inmigrantes indocumentados que residan en California podrán presentarse a las pruebas para obtener un carné de conducir.
Los únicos documentos que deberán presentar serán un documento identificativo emitido en su país de origen y otro que pruebe su residencia actual en California.
Como en los casos del resto de postulantes al permiso de conducir, los indocumentados deberán superar un test de visión, un examen escrito y una prueba práctica para obtener la licencia que, en caso de cumplir con todos los requisitos, les será entregada en un plazo de entre seis y ocho semanas.
El Gobierno californiano negoció con el departamento de Seguridad Nacional las características de los carnés emitidos a indocumentados, y ambas entidades acordaron que las licencias deberán incluir dos leyendas que les excluyan para cualquier otro fin que no sea el de conducir.
Esos son los siguientes: «Afectado por límites federales», en el anverso, y «Este carné no es válido para fines federales. Esta licencia se emitió únicamente para conducir un vehículo de motor. No permite al identificado ser elegible para el trabajo, registrarse para votar u obtener beneficios públicos», en el reverso.
El Ejecutivo californiano calcula que 1,4 millones de indocumentados solicitarán el permiso durante los próximos tres años, por lo que ha establecido una partida presupuestaria extraordinaria para dar cobertura específicamente al esperado gran volumen de nuevas peticiones.
Parte de este dinero se ha utilizado ya para abrir cuatro nuevas oficinas de tráfico a lo largo y ancho del estado, y para contratar a novecientos nuevos empleados que ayuden a tramitar las peticiones con mayor fluidez.
Las nuevas oficinas se han abierto en Granada Hills y Stanton (sur del estado), Lompoc (centro) y San José (norte).
Esos centros dispondrán de personal especialmente formado para lidiar con los dispares casos en los que se puedan encontrar los solicitantes indocumentados, y en ellos se atenderá a los usuarios en inglés, español, árabe, chino mandarín, vietnamita, ruso y otros idiomas.
Aún así, los inmigrantes indocumentados que lo deseen o que no puedan desplazarse a una de las cuatro nuevas oficinas, también podrán dirigirse a cualquiera de las ya existentes.
Desde el pasado 21 de noviembre, los inmigrantes indocumentados ya pueden, como el resto de usuarios, pedir cita en las oficinas de tráfico para el 2015.
Hasta ahora, se han registrado alrededor de 400.000 solicitudes, más del doble de las contabilizadas en las mismas fechas del año pasado y más de la mitad de las que corresponden a gente que pide el carné de conducir por primera vez, según indicó el DMV.
Quienes soliciten por primera vez una licencia de conducir en California deberán pagar 33 dólares y, en caso de que también deseen registrar un vehículo a su nombre, deberán demostrar que poseen un seguro para el automóvil.
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