La desaparición de 43 estudiantes en el estado mexicano de Guerrero es un “crimen preocupante que demanda una investigación completa y transparente” para que los responsables sean llevados a la justicia, dijo hoy la portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki.
El gobierno estadunidense, añadió Psaki, “acompaña los reportes sobre la problemática desaparición” de los estudiantes y sobre el hallazgo de una “sepultura colectiva cerca de la ciudad de Iguala”. “Nuestros pensamientos y nuestros sentimientos están ahora con las familias y los amigos” de aquellos que están desaparecidos.
La Fiscalía de Guerrero confirmó el domingo el hallazgo de 28 cuerpos en fosas clandestinas que podrían corresponder a algunos de los jóvenes que desaparecieron después de que policías y miembros del crimen organizado atacaran a tiros a alumnos de la Escuela Normal de Ayotzinapa que se habían apoderado de unos autobuses.
Aunque las autoridades esperarán los resultados de las pruebas genéticas para determinar la identidad de los 28 cuerpos, algo que podría tardar semanas, tres detenidos por los hechos del 26 de septiembre confesaron haber asesinado a 17 estudiantes en la comunidad donde fueron halladas las fosas.
Los indicios de que el grupo criminal Guerreros Unidos participó en los hechos llevaron a la Procuraduría General de la República (PGR, Fiscalía) a asumir el fin de semana la investigación de los hechos violentos y de la desaparición de los 43 estudiantes, hace ya más de diez días tras ser interceptados en una carretera por fuerzas policiales en las afueras de Iguala.
En medio de las denuncias de participación de policías en el episodio, el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto desplegó centenares de militares y fuerzas especiales en la región, al tiempo que el alcalde de Iguala, José Luis Abarca, se encuentra prófugo.
Convoys del flamante nuevo cuerpo de Gendarmería, fuertemente armados, han tomado el control de Iguala siguiendo las órdenes de Peña Nieto. El hallazgo de fosas comunes donde se teme que haya estudiantes muertos desencadenó que el lunes el mandatario se comprometiera a esclarecer este caso y a castigar a los responsables.
Inmediatamente el Ejército desarmó a todos los policías municipales de Iguala (140 mil habitantes) que no habían sido detenidos en los primeros interrogatorios. El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, señaló en una nota oficial que se sentía “consternado” ante las informaciones sobre lo ocurrido con los estudiantes en Iguala.
Insulza pidió que el esclarecimiento de este crimen “tan inhumano como absurdo”,y apuntó que el episodio “enluta no sólo a los mexicanos sino a todos los países de las Américas”
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