By A las 18:08 horas de Roma, la tradicional fumata blanca emergió de la chimenea de la Capilla Sixtina, señal inequívoca de que los 133 cardenales electores han alcanzado un consenso para elegir al nuevo Papa, sucesor de Francisco I.
Este cónclave, iniciado el 7 de mayo, concluyó en su segundo día con la cuarta votación, cumpliendo con la mayoría de dos tercios requerida para la elección del nuevo pontífice.
La identidad del nuevo Papa será anunciada próximamente desde el balcón central de la Basílica de San Pedro, precedida por la proclamación “Habemus Papam” por parte del cardenal protodiácono.
La elección se produce tras el fallecimiento del Papa Francisco el pasado 21 de abril a los 88 años, dejando un legado de reformas y apertura en la Iglesia Católica.
Entre los nombres que sonaban con fuerza para suceder a Francisco se encontraba el cardenal Pietro Parolin, actual secretario de Estado del Vaticano, conocido por su habilidad diplomática y su capacidad para tender puentes entre las distintas corrientes dentro de la Iglesia.
Miles de fieles se congregaron en la Plaza de San Pedro, esperando con expectación la aparición del nuevo pontífice, quien ofrecerá su primera bendición “Urbi et Orbi” en las próximas horas.
Este momento marca el inicio de una nueva etapa para la Iglesia Católica, con desafíos y esperanzas renovadas bajo el liderazgo del Papa recientemente elegido.
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