Liberales vs Conservadores

Por: Edgar Ortiz / Coordinador en BC “Que Siga la Democracia” y promotor de la Dra. Claudia Sheinbaum

¿A qué se refiere el presidente Andrés Manuel López Obrador cuando hace estas referencias? ¿Qué significa ser de derecha o ser de izquierda? Para no entrar en conceptos ideológicos y definiciones rebuscadas, mejor vamos a tratar de identificar cuáles han sido las posturas políticas de cada uno de los bandos desde tiempos históricos…

 Estos conceptos no son nada nuevos, en el caso de México datan de la Independencia, por ejemplo, la confrontación entre el Ejército Conservador representado por los españoles, y por el lado liberal los insurgentes y el pueblo levantado en armas. Mientras los conservadores pretendían mantener la situación de esclavitud y privilegios, los liberales buscaban abolirla y acabar con los privilegios, buscando la libertad y fraternidad. ¿Les suena familiar estos conceptos? 

En la Guerra de Reforma se repiten dichos conceptos, “liberales contra conservadores” los conservadores buscando mantener los privilegios de la clase dominante y los liberales buscando la igualdad ante la ley. Lo mismo pasó durante la segunda invasión francesa, mexicanos conservadores que anhelaban que un extranjero de la nobleza los gobernara con Maximiliano de Habsburgo y los liberales con Juárez a la defensa de la soberanía y la patria. 

Al pasar los años se instaló la Dictadura de Porfirio Díaz, uno de los héroes más condecorados de México, pero como político y gobernante generó pobreza y desigualdad en nuestro país. En este periodo iniciaron las privatizaciones de los sectores estratégicos; se censuró con muerte a la crítica al gobierno, el saqueo de los recursos naturales a manos de extranjeros, el rico se volvió más rico y el pobre más pobre (y aclaro que no estoy hablando de los últimos años actuales, si no de la etapa previa al estallido de la revolución mexicana), mientras los conservadores pretendían mantener dicho modelo, el bando liberal anhelaba la democracia, derechos sociales, el apoyo para los campesinos y la libertad e igualdad para el pueblo. 

Se dice que las demandas de la revolución se cristalizan durante el gobierno del general Lázaro Cárdenas, con el reparto agrario de más de 20 millones de hectáreas, con la expropiación petrolera y la nacionalización de los ferrocarriles. Mientras tanto, el bando conservador se reorganizaba con la creación del Partido Acción Nacional en contra de las políticas cardenistas, y de igual manera las marchas y protestas de la unión nacional sinarquista, quienes despreciaban de manera pública su desprecio por las políticas liberales y la figura de Benito Juárez. Simultáneamente nacen cámaras empresariales basadas en el modelo corporativista del fascismo de aquellos años, todos ellos, pertenecientes al bando conservador nuevamente. 

Años después llega el presidente López Mateos y con él la nacionalización de la industria eléctrica y la creación de libros gratuitos, todo esto por el bando liberal, mientras los conservadores rechazaban dichas políticas. 

Otros presidentes de pensamiento liberal crearon el Seguro Social para brindar salud universal y se creó el Infonavit, para generar vivienda digna a los trabajadores mexicanos, el bando conservador nuevamente protestaba en contra de dichas políticas bajo el argumento que solo generarían un mal gasto del presupuesto del gobierno. 

Desde la década de los 30’a los 80’s, en México se generaron grandes riquezas, se crecía a más del 6% anual a manos de hombres nacionalistas y liberales, creando cientos de empresas mexicanas: siderúrgicas, ingenios azucareros, televisoras, empresas de cerámica y textil; la inversión extranjera en conjunto con la mexicana, el dinero alcanzaba, el padre de familia era capaz de brindar un techo digno, comida y ropa para su familia. 

En 1989 llega Carlos Salinas de Gortari que impulsó un nuevo modelo económico mejor conocido como el Neoliberalismo, donde la promesa era generar riqueza, crecer económicamente y un desarrollo de primer mundo. Pero la realidad fue otra, se inició con un proceso de privatización de todas las grandes empresas mexicanas que generaron a los hombres más ricos de México y algunos otros, del mundo. Un dato importante es que antes de Salinas de Gortari, solamente una familia aparecía en la revista Forbes, los Garza Sada, después de que acabo el periodo de Salinas, 24 nuevas familias de nuevos ricos entraron a tan prestigiada revista (AMLO. 2012. No decir adiós a la esperanza. Grijalbo.). Se cedieron puertos, aeropuertos, televisoras, ingenios azucareros, siderúrgicas, industrias textileras y de cerámica, carreteras, teléfonos mexicanos, y muchas, muchas más. Toda esa derrama económica se quedaba en las arcas del Estado, y no en manos de unos cuantos. 

Posteriormente se privatizaron los ferrocarriles de México; la brecha de la desigualdad creció, el rico más rico y el pobre más pobre, la clase media empieza a desaparecer y la clase pobre empieza a crecer. Inicia un periodo con las mismas características que se dieron durante el Porfiriato, algunos le llamaron el Neoporfirismo, otros le llamaron el periodo de la Contrarrevolución, porque precisamente le dieron marcha atrás a las conquistas y logros obtenidos de dicha lucha, hoy conocido como el Neoliberalismo. 

Sin olvidar las grandes intentonas por privatizar los sectores energéticos como lo son CFE y PEMEX e inclusive iniciativas de legisladores conservadores que proponían privatizar el agua en México. 

No fue hasta la llegada de un modelo político-social completamente opuesto al conservadurismo, con la llegada del presidente Andrés Manuel López Obrador, con un humanismo mexicano que pretende favorecer a los sectores sociales más vulnerables, apoyando a las personas de escasos recursos mediante programas sociales, nunca vistos dirigidos a personas con capacidades diferentes, jóvenes sin oportunidades de estudio o trabajo. Estos apoyos han sido criticados duramente por los partidos y actores políticos conservadores como Vicente Fox, quien dijo que apoyar económicamente a los adultos mayores era un error. 

Como conclusión es importante mencionar que la lucha entre liberales y conservadores tiene un origen y se ha desarrollado durante muchos años, y que hoy por hoy, esta lucha sigue vigente, finalmente es el pueblo de México quien tiene la última palabra y decide de qué lado de la historia estar.