El triatleta paralímpico originario del estado de Durango, Rafael Jaime, impartió una conferencia en el hotel Quartz a jóvenes del CRIT Baja California con el objetivo de apoyarlos a creer en sus sueños a pesar de su discapacidad.
Por: Andrés Barba Gómez.
“Muchas personas me dicen que lo que intento hacer es costoso, pérdida de tiempo o imposible. Cuando regreso satisfactoriamente vivo, refrendo mi frase: no creía en lo imposible hasta que me convertí en lo imposible” .
Así lo expresó Rafael Jaime, conferencista, desarrollador de equipos de alto rendimiento y atleta paralímpico, quien el pasado 23 de mayo se convirtió en el primer latinoamericano ciego en alcanzar la cima del Everest.
El triatleta paralímpico duranguense quedó ciego del ojo derecho a los 5 años por un Retinoblastoma bilateral, es decir, cáncer en los ojos. Esta enfermedad volvió a sus 18 años, dejándolo discapacitado de ambos ojos.
Jaime afirmó que el deporte lo salvó de una profunda depresión que le atacó después de perder la vista. Asimismo, resaltó que gracias a la disciplina que le inculcaron sus padres logró convertirse en el primer triatleta mexicano ciego, y el único en terminar la carrera multideportiva Ultraman.
Actualmente, participa como conferencista y embajador de la marca Toyota, a través de la cual imparte pláticas profesionales a personas con discapacidad y equipos de trabajo que desean alcanzar su máximo potencial.
“Yo no creo en la discapacidad como un concepto de limitación, la discriminación aborda un tema cognitivo, sensorial, físico. Lo que limita son los pensamientos y emociones, que la discapacidad es tener miedo, ser conformista. Por eso creo que yo no soy una persona con discapacidad,” indicó.
Rafael Jaime impartió una conferencia este viernes a niños del CRIT Baja California con el objetivo de compartirles su experiencia.
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