By El Mtro. Rodolfo Salazar señaló que la política de tasas de interés de la Reserva Federal de Estados Unidos y la posibilidad de que algún otro banco se declare en bancarrota, determinará el futuro valor del peso mexicano.
Por: Andrés Barba Gómez
TIJUANA. – En diversas casas de cambio de la ciudad, el tipo de cambio amaneció esta mañana en un precio a la venta de $18.50 m.n., contradiciendo la tendencia a la baja que el dólar sostuvo durante las últimas semanas frente al peso mexicano.
La principal causa de este hecho fue la noticia de la quiebra de Silicon Valley Bank, el cuál desestabilizó los mercados binacionales y dio paso a la posibilidad de arrastrar a la bancarrota a alguna institución financiera mexicana.
Sin embargo, según informó el jefe del departamento de administración de negocios sostenibles de la Universidad Iberoamericana, Mtro. Rodolfo Salazar, esto es una situación coyuntural, es decir, no es probable que esta tendencia se mantenga.
“No creo que los bancos nacionales estén en riesgo, recordemos que nuestras instituciones financieras tienen mecanismos de supervisión y precautorios, además de alertas tempranas en caso de que alguna este en riesgo,” indicó el especialista.
Salazar enfatizó que serán la política de tasas de interés de la Reserva Federal estadounidense, así como el número de bancarrotas, si las hay, en instituciones financieras del país vecino lo que determinará si peso mexicano se despreciará o no frente al dólar estadounidense.
Las remesas y la política económica mantienen el “superpeso”.
En cuanto a la reciente tendencia que mantenía el peso, el Mtro. Rodolfo Salazar destacó que causa principal son las extensas remesas que entran al país desde Estados Unidos por los connacionales que trabajan en el país vecino, así como la política monetaria y económica del Banco de México.
“Esto último genera un poco de nerviosismo. Por la política económica va implícito el gasto público, la inversión pública y los megaproyectos; por ejemplo, una nueva refinería, el nuevo aeropuerto, el tren maya, entre otros que implican inversiones importantes que podrían o no generar endeudamiento en un futuro,” destacó el especialista.
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