Los envíos superan por décimo año consecutivo a la inversión directa y casi igualan a las participaciones federales.
Con una captación de 753 millones de dólares, Tijuana fue el principal receptor de remesas durante el 2022, no solamente en el Estado, sino a nivel nacional, “lo que lejos de enorgullecer debe ser motivo de preocupación”, destacó el presidente del Centro de Estudios Económicos, Luis Roberto Valero Berrospe. La segunda y tercer posición la ocuparon Mexicali con 296 millones de dólares, y Ensenada, con 220 millones, indicó.
Dijo que durante el 2022 las remesas se consolidaron como el principal soporte de la economía estatal, de la mano del dinero que traen los resientes ocupados legalmente en Estados Unidos, pero al mismo tiempo esta situación agravó la economía parasitaria de la entidad, es decir, la dependencia del dinero que viene desde el vecino país del norte.
Precisó que en 2022 llegaron a Baja California remesas por mil 428 millones de dólares, “la mayor cifra desde que se lleva registro”, y subrayó que hay varios factores que han determinado el aumento de la dependencia del exterior, entre los cuales está la falta de oportunidades en el mercado laboral del estado que obliga a los trabajadores de todos los niveles académicos a buscar opciones fuera de la entidad.
Valero Berrospe apuntó que los residentes de Baja California ocupados legalmente en Estados Unidos, constituyen otro fuerte flujo de recursos para el estado; a ellos se agregan —dijo— quienes lo hacen de manera ilegal usando su visa. Informó que al tercer trimestre del 2022 había casi 91 mil bajacalifornianos en esta condición, quienes se estima, de acuerdo con encuestas del Centro de Estudios Económicos, en el 2022 ingresaron al Estado alrededor de 4 mil 400 millones de dólares, con un ingreso promedio de 20 dólares la hora.
El presidente del Centro de Estudios Económicos de Baja California señaló que para tener una idea del peso de las remesas en la economía del estado, si se comparan con la inversión extranjera directa nueva, suma 10 años superándola y este año (2022) “se quedó por debajo de las Participaciones Federales, porque la apreciación del peso les restó peso”.
Luis Roberto Valero Berrospe indicó que sumadas las remesas con los flujos de los bajacalifornianos ocupados en Estados Unidos representan hasta el 15% del Producto Interno Bruto estimado para la entidad en el 2022. “Esto equivale a todo el valor del sector agropecuario estatal”. Solo las remesas representaron 4.8% del PIB, igualando al porcentaje del 2020, en ambos casos el mayor porcentaje desde que se lleva registro.
“Estas cifras ilustran la pobre realidad de la economía bajacaliforniana con una mayor dependencia de Estados Unidos”, enfatizó el economista.
Resaltó que al final de cuentas estos datos confirman que tenemos una economía parasitaria, desequilibrada sectorialmente y subordinada al flujo desde Estados Unidos, “lo cual echa por tierra el discurso triunfalista desde las áreas de economía del Gobierno del Estado”.
Señaló que son bienvenidos los flujos que envían esos trabajadores, “pero qué tristeza que no sea en su tierra de origen donde obtengan estos ingresos”, y lo peor es que se trata de un problema nacional, como lo muestran las cifras de deportados a través de nuestro estado, “las más altas en 12 años para Tijuana (94,183), y en 10 años para el estado (118,633). “Pero dicen que estamos muy bien y hasta hablan de desarrollo de talento”, remarcó.
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