Al abogado Xicoténcatl Leyva Mortera ya lo eximió de pecados cier-tos o inventados, la comunidad que gobernó, y si la Historia es la na-rrativa de los sucesos humanos y es justa, el ex gobernador de Baja California ya tiene un sitio ahí, donde los grandes hombres se instalan, a veces, en vida, para observar la obra realizada y aceptar los recono-cimientos, con afecto templado.
El también expresidente municipal de Tijuana posee una hoja curricular extraordinaria en su paso por el servicio público, del que afirma, por cierto, que es la satisfacción más grande en la vida de un político con vocación de servir.
Por esa razón categórica no ha tenido que comprar publirrelacionistas ni espacios publicitarios para ganarse el afecto de la gente que lo vio gobernar, y que vio como cambió la fisonomía del estado de la mano política y administrativa del entonces mandatario estatal.
Originario de Veracruz, (nace en Xalapa el 4 de abril de 1940), pariente del ex Presidente de México, Miguel Alemán Velasco e hijo de Don Xicoténcatl Leyva Alemán, el abogado de profesión se radicó en Tijuana junto con su familia, y primero desarrolló una breve carrera administrativa en el gobierno federal, luego de graduarse como abogado en la Ciudad de México.
Fue subsecretario de Ingresos de la Secretaria de Hacienda y luego subdirector del Instituto Nacional de la Juventud. Y desde 1971 se instaló definitivamente en la ciudad.
37 años después de su nacimiento, Xicoténcatl Leyva Mortera se convierte en el décimo presidente municipal de Tijuana, y gobierna a la ciudad de 1977 a 1980.
Tres años después, en 1983, se postula para la gubernatura de Baja California y gana. A partir de esa fecha, la entidad co-mienza a experimentar cambios absolutos en infraestructura urbana y de servicios, en educación y en la manera de visualizar el futuro y el desarrollo tanto para la comunidad como para las fuerzas productivas.
Hombre culto y convencido que el servir es la más alta encomienda de un gobernante, Leyva Mortera usa los recursos públicos para garantizar cobertura educativa completa, desde la primaria hasta la universidad, promueve y participó en la conclusión de obra de los institutos Tecnológicos; logró, además, alfabetización al 100 por ciento y equipamiento educativo total.
En materia educativa, el entonces gobernador sabía que el conocimiento obtenido en las aulas era la mejor herramienta para fincar el desarrollo y la mejor huella que podía dejar como gobernante.
Durante su mandato dio seguimiento a dos magnas obras que ya se venían realizan-do: la terminación del Acueducto Mexicali-Tijuana, Acueducto Morelos (que re- solvió el problema de agua en Ensenada), y las obras de geotermia y termoeléctrica, en Mexicali, que garantizaron el suministro de energía eléctrica para todo el estado, y cuyos beneficios llegan hasta nuestros días.
El suyo fue un gobierno dinámico y audaz, que no escatimó recursos para proveer a la comunidad de los servicios y los satis-factores públicos que requería para la sana convivencia social.
Al paso de los años, cuando se apagaron los viejos ruidos políticos que interrumpieron su obra de gobierno, la comunidad lo ha venido premiando con aplausos y reconociendo las obras que realizó en su administración. El abogado de profesión y prominente hombre del quehacer público del estado, enfrentó los desafíos de la vida política de su tiempo con ecuanimidad y carácter, y hoy día, mantiene esa serenidad para ver y aquilatar las nuevas facetas de la política. Don Xicoténcatl Leyva Mortera es uno de los 100 líderes más destacados de Baja California.
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