Donald Trump arrancó esta semana su campaña por su reelección para el periodo 2021-25 lo que vendrá a significar un fuerte dolor de cabeza para México o por el contrario una salida a la problemática económica nacional.
De aquí a la elección presidencial en Estados Unidos -el primer martes de noviembre del 2020– faltan 16 largos meses durante los cuales seremos uno de los temas favoritos del mandatario yanqui.
Hace cuatro años, al iniciar su campaña, Trump arremetió duro y a la cabeza contra los migrantes mexicanos a quienes llamó criminales, violadores y quien sabe cuántas cosas más.
Pero el pasado martes, en Orlando, Florida, el inquilino de la Casa Blanca fue amigable con los mexicanos al ponderar el acuerdo del nuevo tratado comercial T-MEC y elogiar los esfuerzos del gobierno para contener la migración centroamericana.
Pero este súbito cambio de posición no es gratuito ni permanente, no hay que olvidar que los norteamericanos más que amigos tienen intereses.
Trump hizo lo que quiso en ambos acuerdos con México y le conviene estar ahora muy cerca del gobierno morenista porque sabe bien que de otra manera la avalancha de migrantes en el futuro sería incontenible lo que complicaría su reelección.
Además el actual presidente está muy cerca de alcanzar la candidatura por el Partido Republicano, pero no tiene garantizada su reelección porque con todo y los avances del país, existe enorme oposición a muchos de sus programas de gobierno.
Trump necesitará entonces el voto hispano, ese que desdeñó hace cuatro años y que no le fue necesario porque el hartazgo hacia los demócratas y especialmente contra la entonces candidata Hillary Clinton, fue abrumador.
Pese a ello el empresario republicano ganó la presidencia gracias al sistema electoral norteamericano que privilegia los triunfos de delegados por estados y no por el volumen de votos donde al final del día obtuvo dos millones menos que Hillary.
En su inicio de campaña, Trump repitió prácticamente las mismas promesas de campaña de hace cuatro años:
Construir un muro fronterizo que presume haber iniciado y que será “más bonito, más fuerte y más barato”; la renegociación de acuerdos comerciales; la reforma migratoria; la defensa a la libertad religiosa y al derecho a poseer armas; y de paso lanzó compromisos soñadores como llevar a los norteamericanos a Marte, erradicar el Sida y encontrar la cura para el cáncer.
Durante el mitin, Trump puso a votación su logo de campaña que ahora dirá “Keep America Great”, muy parecido al anterior que rezaba “Make America Great Again”. No es por nada pero el populismo de Trump coincide con el de Andrés López Obrador en cuanto al gusto por las encuestas públicas.
El ahora precandidato republicano hizo gala de su “bullying” para arremeter cuantas veces pudo contra los demócratas, los medios de comunicación y los inmigrantes, ahora acusó a los miembros de la banda criminal MS-13 de amenazar a la sociedad norteamericana.
Así las cosas hay que prepararse para estos 16 meses de campaña intensa en el país del norte en donde seremos -un día sí y el otro también- tema de discusión y confrontación.
Sin embargo, México y su gobierno tendrán en esta ocasión la posibilidad de jugar un papel más digno y crucial si se aprovecha la necesidad que tendrán los republicanos y los demócratas del voto hispano que puede convertirse en el fiel de la balanza.
Por supuesto sin repetir las invitaciones de candidatos a Los Pinos ni otras torpezas del pasado. Pronto veremos si el gobierno de López Obrador maneja la situación de manera inteligente que podría incluso generar frutos económicos o si por el contrario el país se convierte en el bufón o el “sparring” de los políticos rubios.
Algunas noticias…
Ahora que el tema migratorio ha escalado a niveles insospechados en México, resulta que el número de mexicanos indocumentados en Norteamérica se redujo en dos millones entre el 2007 y el 2017 de acuerdo a un estudio del Centro Pew. Se calcula que actualmente viven 4.9 millones de mexicanos sin documentos en el país vecino, el 47 por ciento del total de la población sin papeles migratorios… ¿Ya está pre-parada la frontera norte para recibir a unos cien mil migrantes centroamericanos que enviará Estados Unidos a México? ¿Y para los otros miles de indocumentados que pretende capturar el gobierno de Trump a partir del lunes? Las ciudades que fueron seleccionadas para enviar a migrantes en espera de asilo son Mexicali, Baja California; San Luis Río Colorado, Sonora; y Ciudad Juárez, Chihuahua.
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