Trump pasó de ser la estrella a convertirse en un candidato zombie víctima de sus excesos
DONALD TRUMP EN POCOS DÍAS PASÓ de ser la estrella en ascenso en el escenario electoral de Estados Unidos a un candidato zombie víctima de sus propios excesos que todos los días se le revelan y lo dejan sin apoyos.
Si bien es cierto la candidata demócrata Hillary Clinton no es una blanca paloma, la opinión pública y los líderes de opinión de la sociedad norteamericana le están dando un trato benévolo ante los desplantes del magnate de los bienes raíces, que logró irrumpir con sus aspiraciones en el seno del Partido Republicano dejando en la lona a muchas de sus estrellas de
larga carrera.
Antes del primer debate todo parecía que Trump inevitablemente sería el candidato ganador y las encuestas así lo decían, pero las cosas empezaron a cambiar a partir de que su imagen de hombre exitoso no fue suficiente para encarar a una figura política que ha dedicado toda su vida a la función pública y que por lo tanto conoce mucho mejor la problemática nacional e internacional a la cual deberán de atender desde la Casa Blanca, tal y como quedó de manifiesto.
Pero eso no fue lo peor, es verdad que el primer debate lo dejó mareado, pero lo que vino a ponerlo sobre las cuerdas fue la mortal revelación de sus excesos y debilidades carnales que publicó con imagen y sonido el Washington Post, periódico conservador de larga tradición que inició la revuelta nacional y que ha desatado una serie de acusaciones en cadena en
contra de Trump.
Por el momento, así es como Hillary Clinton se perfila a ser la primera mujer presidente de los Estados Unidos y con ello, la figura pública de Barack Obama se habrá de proyectar como el estadista de las nuevas generaciones en la era global, con una agenda estrechamente ligada a temas como el fenómeno migratorio que es hoy un problema de gran magnitud y que pone de manifiesto los grandes desequilibrios económicos y sociales existentes, que se verán agravados por el impacto del cambio climático y que ya está presente en nuestras ciudades fronterizas, hasta donde están arribando miles de migrantes de otros países y continentes.
Víctor Islas Parra
/Estampida de los Búfalos
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