/Discusiones. Los desaciertos persiguen a Peña Nieto. ¿Podrá concluir su gobierno en ambiente de paz social?

EN ÚLTIMAS FECHAS el Presidente Enrique Peña Nieto se ha visto envuelto nuevamente en escándalos que presumen actos de corrupción y engaño, como ejemplo: el pago del impuesto predial por parte del empresario Ricardo Pierdant por casi 30 mil dólares del departamento que posee su esposa Angélica Rivera en Miami, Florida, así como el resultado de la investigación de Carmen Aristegui sobre el plagio de su tesis universitaria; situaciones que cada vez descalifican más la imagen del primer mandatario de nuestro país.

Pero la última decisión que no se logra comprender por los mexicanos, e inclusive por extranjeros fue la invitación que Peña Nieto giró al candidato republicano a la presidencia de los Estados Unidos Donald Trump quien se ha dedicado a amenazar y ofender a las minorías de su país y en especial a los mexicanos; al día de hoy la coincidencia por reconocidos analistas políticos nacionales e internacionales sobre la históricainvitación se puede sintetizar en un absurdo injustificable.

Cierto es que la única razón comprensible de la invitación generada por el mandatario mexicano, era enfrentar a Donald Trump exigiéndole una disculpa en la manera de expresarse de los mexicanos y aclarar firmemente que México se opone a un muro divisorio entre ambos países y que mucho menos destinará algún recurso para ello, pero penosamente nada de esto sucedió; contrario a ello el presidente mexicano se mostró servil, cobarde e indigno, justificado así con ello su actual tasa de desaprobación presidencial con casi el 80 por ciento.

Posterior a la reunión en México, Donald Trump se reunió en Arizona con sus simpatizantes, con el objeto de emitir un discurso continúa con su posición para atender el tema migratorio en caso de llegar a ser presidente de Estados Unidos, planteamiento que ratificó su postura radical, absurda e irrespetuosa para con nuestro país; con ello se confirmó el error garrafal al invitar al candidato republicano; por consecuencia, se evidenció la falta de capacidad y estrategia en materia de política exterior.

Hoy por hoy de acuerdo a diversas encuestas, las posibilidades de que el candidato republicano Donald Trump obtenga el triunfo son remotas, razón adicional para no comprender el porqué poner en riesgo la relación con Barack Obama, actual presidente de los Estados Unidos y con la candidata demócrata Hillary Clinton, quien tiene más posibilidades de ganar la presidencia de ese país.

Desde cualquier ángulo no había manera de que Peña Nieto obtuviera resultados positivos por dicho encuentro, razón que ratifica el malestar generalizado de la sociedad mexicana. En conclusión, el encuentro del presidente Peña Nieto y el candidato Donald Trump, fue para muchos un error histórico, mismo que representó un agravio generalizado para con los mexicanos, generando con ello un sentimiento de indefensión por parte del Estado mexicano para con sus ciudadanos; es imprescindible para el primer mandatario con su equipo de trabajo reoriente la estrategia política en nuestro país; la sociedad está realmente cansada y agobiada de su desempeño.

Sin afán de sonar fatalista, pero a más de 2 años de concluir con su gestión me pregunto, si continúa así el presidente de México, ¿podrá concluir su periodo gubernamental en un ambiente de paz social?, ¿sufrirá de persecución tras concluir su labor como primer mandatario?; sólo deseo por el bien de México y de los mexicanos que si no recapacita sobre su actuar Enrique Peña Nieto, tome la decisión más acertada: ¡renuncie por dignidad!