By Consentir y cuidar la piel no sólo implica ponernos cremas y hacerle una limpieza profunda de vez en cuando; qué sencillo sería si con eso fuera suficiente. La realidad es que una piel hermosa es el reflejo de nuestra salud interior y por lo tanto también es necesario comenzar a protegerla desde adentro.
#1 Date un masaje facial
Los masajes en el rostro estimulan los fibroblastos en la dermis, lo que ayuda a liberar el colágeno y restaurar la elasticidad que pierdes a medida que envejeces. Además, abren el sistema linfático para que puedas eliminar el exceso de agua y toxinas, que dañan la apariencia de la piel.
¿Cómo hacerlo? Existen muchas técnicas, pero una de las más sencillas es la siguiente: De pie, con las piernas abiertas a la altura de tus caderas, inclínate hacia enfrente. En esta posición, con la parte inferior de los dedos comienza a darte masajes circulares (simulando palmaditas). Hazlo durante 2 minutos y descansa.
#2 Come gelatina
La gelatina es una fuente natural de colágeno, proteínas y aminoácidos esenciales (como la lisina y la prolina), por lo que consumirla puede ayudarte a tener una piel más sana, suave, firme y atractiva en pocas semanas (si eres constante). Así mismo, es una excelente forma de contrarrestar los daños de los rayos UV.
#3 Usa mascarilla de arcilla
La arcilla tiene “poderes” absorbentes gracias a la constitución de sus micro-moléculas. Al colocarla ésta absorbe las sustancias tóxicas e impurezas que tiene tu piel en su interior. Su acción tonificante, además, estimula la dermis trayendo sangre fresca a las células dañadas, revitaliza el cutis y cierra los poros.
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#4 Vitaminas, vitaminas, vitaminas
Una de las mejores cosas que puedes hacer por tu piel es tomar suplementos alimenticios, ya que estos contienen las vitaminas que tu organismo necesita para mantenerse saludable. Para que funcionen adecuadamente, trata siempre de buscar aquellos que sean adecuados para tu edad y estilo de vida.
#5 Respira profundo
El estrés es uno de los peores enemigos de la piel, ya que provoca que el organismo produzca grandes cantidades de cortisol y adrenalina; causando un desbalance en los niveles de estrógenos y testosterona. Razón por la que el cutis está grasoso y aparece el famoso acné.
Una de las formas más sencillas para reducir los niveles de estrés es aprender técnicas derespiración profunda. Así que diariamente, por las mañanas, trata de respirar profundamente durante 5 veces de manera consecutiva. Si te es posible hazlo en los periodos que tengas libre durante el resto del día.
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