By Sin duda alguna 2023 nos dejó sabores y sinsabores en el panorama político, económico y social tanto en México como en el mundo entero, y por supuesto el mercado inmobiliario no quedó intacto.
Por: Marco Eric Cuén R.
Durante el año, la plusvalía de distintas propiedades fluctuó en virtud de distintos factores; el tipo de cambio, la fortaleza del peso frente al dólar, la estabilización de la economía mundial post-Covid y las disputas internacionales entre Estados que han ocasionado incrementos en los precios del petróleo, los costos de transportación, entre otros.
En el panorama inmobiliario las vicisitudes del escenario mundial han contribuido a que los precios del alquiler aumenten, que los materiales de construcción se encarezcan y por lo tanto los desarrollos inmobiliarios aumenten sus precios.
Sin embargo, los inversionistas no han dejado de hacer lo suyo y la demanda de propiedades no ha dejado de aumentar en lo que va del año, lo que nos revela que la economía mexicana, por lo menos en la Zona Libre fronteriza, atraviesa un momento de solidez y hay confianza para la inversión tanto nacional como extranjera, ya que los mercados han demostrado estabilidad entre los diversos indicadores económicos que generan certidumbre para las inversiones en el rubro.
Para 2024, podemos confiar en la teoría económica desarrollada por Mitchell, la cual postula que las fluctuaciones cíclicas de las actividades monetarias ocurren a lo largo de distintos períodos de tiempo.
En el ámbito de la economía inmobiliaria, se puede afirmar que Tijuana actualmente experimenta un ‘Ciclo de Juglar’, es decir, un ciclo económico medio. Este ciclo, caracterizado por fases de recuperación, expansión y auge seguidas de recesión y depresión tiene una duración promedio de nueve años. Es importante destacar que el auge inmobiliario en Tijuana no es un evento reciente, sino un fenómeno que se ha manifestado en distintas etapas de la historia de la ciudad, remontándose al siglo pasado. A lo largo de este tiempo, las fases de expansión y contracción inmobiliaria han mostrado una tendencia a seguir este patrón cíclico.
Siguiendo esta disertación económica podemos ver que el mercado inmobiliario en Tijuana está actualmente en período de expansión nuevamente, por lo que aún nos restan algunos años de crecimiento para llegar al auge, y varios años más para que el ciclo comience a decrecer y volvamos a poner el contador en cero.
A pesar de este pronóstico esperanzador para el mundo de los negocios inmobiliarios, recordemos que el año próximo es año electoral, y transición del Gobierno Federal, por lo que nos esperan muchas sorpresas para el 2024.
En fin, estamos en el momento adecuado para continuar invirtiendo y comenzar un 2024 con prosperidad y abundancia, pero siempre guiándonos por la virtud de la prudencia y la mesura en la inversión.
¡Felices fiestas!
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