Proviene de un medio familiar y social que cinceló la imagen de aquella Tijuana de espíritu resuelto de los años 50s y 60s, que prosperó a pesar de las leyendas y los mitos sombríos que circulaban fuera de aquí, sobre el origen de la ciudad. El licenciado en Derecho, Mario Escobedo Carignan, es heredero de toda esta tradición de trabajo y de dignidad empresarial que lo ha obligado a mantenerla y, por qué no, agregarle valor.
Su padre, Don Jorge Escobedo Gómez llegó en el ’48 del siglo pasado y un año después casó con Doña Hermenegilda “Gila” Carignan Núñez.
De este matrimonio nacieron seis hijos, quienes por distintos caminos y posiciones han participado y contribuido al desarrollo de la ciudad y el estado.
Particularmente Don Jorge Escobedo fue el artífice de la vocación empresarial y social, por su tenacidad, caballerosidad y don de gentes, mientras que la fuente de los valores morales y familiares vinieron preferentemente de parte de su madre, Doña Gila, como se le conoció toda la vida en su entorno social.
Desde su niñez y primeros años escolares, Mario Escobedo asimiló todo aquello y luego aprendió el valor del trabajo y, por supuesto, del dinero, en los negocios que el padre tenía en la histórica avenida Revolución.
“Para ganarnos unos dólares, teníamos que trabajar unas horas en la tienda, y hasta que no cumplíamos el horario y una cierta cantidad de ven tas, teníamos derecho a salir y recibir unos dólares”, ha dicho quien años después se convertiría en dirigente de numerosos organismos empresariales de la ciudad y el estado, y ocupado puestos de responsabilidad pública.
Por tradición, memoria feliz, deuda familiar con la ciudad que los vio prosperar, o visión de futuro, donde quiera que esté dirigiendo un proyecto privado o una oficina de gobierno, Mario Escobedo Carignan siempre ondea la bandera de la Zona Libre como la ecuación prodigiosa para que Tijuana, el estado y la región transfronteriza vuelvan a irrumpir con todo su potencial en el escenario económico del país, como en aquellos años del siglo pasado.
No es casual que durante su trayectoria empresarial, política y de servicio público, el régimen de Zona Libre (finiquitado definitivamente al entrar en vigor el Tratado de Libre Comercio), hubiese sido una especie de obsesión en el dos veces presidente de la Cámara de Comercio de Tijuana, que lo llevó a concebir, elaborar y presentar a las autoridades federales, un proyecto de esquema fiscal muy cercano a la Zona Libre.
Como es de todos conocidos el nuevo Gobierno de la República escuchó los argumentos y recientemente dio una primera respuesta positiva a esta propuesta. En calidad de dirigente empresarial, Mario Escobedo lideró muchas de las acciones y los consensos para formular esta iniciativa que motivaron esa respuesta presidencial.
El empresario y político ha pensado desde su juventud que los esquemas económicos adecuados, y la riqueza que generan éstos, son la piedra angular para la prosperidad y bienestar de la sociedad toda. Y esta certeza ha influido en la mayoría de las decisiones y acciones que ha emprendido en el curso de su vida pública y privada.
Pero, para aspirar y ganar liderazgos empresariales, servir a los bajacalifornianos desde posiciones de gobierno o ambicionar puestos políticos, Mario Escobedo se preparó desde su infancia hasta la juventud como cualquier hijo de familia con valores y con vocaciones sociales.
En 1979 se graduó como licenciado en Derecho por la Universidad Autónoma de Baja California; mientras cursaba la carrera, tuvo su primera experiencia laboral en el bufete jurídico-administrativo del reconocido abogado Guillermo Ruiz Hernández. Poco tiempo después ingresó al medio gubernamental convirtiéndose en uno de los asistentes del alcalde Fernando Márquez, en el VII Ayuntamiento de Tijuana. Y de 1979 a 1980 se desempeñó como jefe del área jurídica de Recaudación de Rentas del Estado.
En los años posteriores ocupó cargos en organizaciones empresariales hasta que en 1998 fue invitado a colaborar con el gobierno federal en calidad de subdelegado de la entonces Secretaría de Comercio y Fomento Industrial (SECOFI), misma dependencia en la que luego se convertiría en su delegado estatal en Baja California, ya con nuevo nombre: Secretaría de Economía, de 1998 hasta el 2007.
Después de esta responsabilidad en el servicio público, Mario Escobedo se enfocó en el sector privado. En 1991 fue presidente del Comité de Turismo y Convenciones (COTUCO); de 1990 a 1992 fue integrante del Consejo Coordinador Empresarial (CCE); de 2008 a 2011 fue electo presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (CANACO-SERVITUR), al mismo tiempo que lideraba la Federación de Cámaras de Comercio de Baja California. Ocupando el cargo de dirigente de la CANACO–Tijuana, fue vicepresidente nacional de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio (CONCANACO), de 2008 a 2009.
De 2011 a 2013 fue electo presidente del CCE, que es la cúpula de los organismos empresariales, y coordinador técnico de esta misma institución privada. Años después fue de nuevo nombrado presidente de la Canaco-Tijuana para el periodo 2017-18 y reelecto para un periodo más, cargo al que renunció este 2019 para incorporarse de lleno a la actividad política donde comienza a destacar por todos estos méritos.
Para pertenecer y aspirar a los máximos cargos en las organizaciones privadas de la ciudad, Mario Escobedo dirige desde hace más de 15 años la empresa Baja Grupo Digital.
Por estos antecedentes y la visión de futuro que tiene bastante clara tanto en el ámbito político como de servicio a los demás, Mario Escobedo Carignan es uno de los 100 líderes más destacados de Baja California.
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