By El mundo está próximo a experimentar una revolución cibernética en la que el uso de robots y la implantación de microchips en el cuerpo humano pueden comenzar a suceder en cualquier momento, situación que puede causar un “pánico” entre la población por diversas razones, advirtió la vicedirectora asociada de la Universidad Carnegie Mellon, Justine Cassell.
En su opinión, tecnologías como el internet de las cosas y la movilidad están cambiando la forma en que el ser humano interactúa con la tecnología porque ahora se está viendo la creación de dispositivos vestibles o wearables, muchos de los cuales se llevan en la piel.
Actualmente no sólo existen relojes o bandas inteligentes, las empresas están creando ropa, parches, collares y otros equipos que pueden medir desde el número de pasos, hasta el ritmo cardiaco o si el usuario está deshidratado.
“Lo que vemos es que no sólo se están haciendo dispositivos más pequeños, sino que están metiéndose en nosotros”, comentó en una entrevista con HuffPost Live en Davos.
Cassell recordó el caso de otro profesor e investigador de la Universidad Carniege Mellon, llamado Chris Harrison, quien desde hace cuatro años está desarrollando una tecnología conocida como Skinput que permite convertir la piel en una pantalla táctil.
Ante este escenario, la profesora consideró que ya no se trata de si veremos microchips u otro tipo de tecnología implantada en las personas sino el “cuándo”, en particular tomando en cuenta los rápidos avances que ha habido entre la medicina y la tecnología.
Nombró el caso de los miembros prostéticos que han avanzado en los últimos años, hasta piezas que pueden responder a impulsos nerviosos, el nuevo tipo de cirugía ocular llamada LASEK o incluso piezas sencillas como los lentes de contacto.
Tienen miedo
En particular Cassell se mostró interesada por el uso de las piezas prostéticas y su funcionalidad para reemplazar un miembro, como una pierna o un brazo, que no funciona. Sin embargo, también se puede dar el caso, como ha mostrado la ciencia ficción, de personas que quieren reemplazar sus miembros sanos por otros mecánicos.
Por ello resaltó que estos avances tecnológicos causan un doble estándar hasta en cosas que parecían mínimas. Ella misma se enfrenta a esto al hablar con los padres de sus alumnos quienes en un principio temían que sus hijos no escribirían más porque se la pasan viendo televisión; y ahora con las redes sociales se quejan porque creen que escriben demasiado.
Otro miedo muy común es que los robots remplacen a los humanos en los trabajos, provocando desempleo y cambios en la educación.
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