A sus 21 años, Gabriel vive y respira Tijuana, y su amor por la ciudad es palpable, mostrando compromiso excepcional con su comunidad, destacándose tanto en el ámbito académico como en el activismo social. Su amor por el cine, el fútbol y su ciudad se entrelazan en una personalidad multifacética que busca el cambio positivo.
Gabriel Portilla Ruiz se erige como una figura dentro de la nueva generación en el panorama político y social de Tijuana. Proveniente de una familia de prosapia y profunda raíz en Baja California, porta con orgullo su herencia y logros.
Hijo de Karla Patricia Ruiz McFarland, la primera alcaldesa en la historia de Tijuana, y del empresario Gabriel Portilla, se puede confirmar que, a sus 24 años, el joven Gabriel ha heredado pasión por el servicio y el liderazgo.
Desde su adolescencia, ha mostrado el interés inquebrantable por el bienestar de su comunidad. Como estudiante universitario, se destacó rápidamente, alcanzando la presidencia de la Sociedad de Alumnos de Administración Pública y Gobierno en la Universidad Anáhuac Norte.
“Aunque seas joven tienes que ir empezando desde este momento”, expresó Gabriel en una entrevista con CAMPESTRE, resaltando su compromiso con la excelencia y el cambio, constatando que para ello combina su carrera política con una diversidad de intereses personales.
• AFICIONES •
Gabriel se identifica como aficionado del cine, mostrando especial admiración por las obras de Christopher Nolan, como Inception, aunque particularmente por “Interestelar”, el laureado film que aborda la historia de un futuro en el cual la Tierra se encuentra en declive y la humanidad necesita hallar un nuevo hogar, en el que se destaca conceptos complejos como la gravedad, agujeros negros y el amor que supera las barreras del tiempo y el espacio.
Precisamente estas temáticas reflejan la profundidad de los intereses de Gabriel y su capacidad para apreciar y reflexionar sobre aspectos intrincados de la vida.
Su amor que mantiene por el fútbol es una parte significativa para él, siendo ferviente seguidor del Borussia Dortmund y mostrando particular admiración por jugadores como Marco Reus, Giovanni Dos Santos y Erling Haaland, a quien considera con más talento que Kylian Mbappé.
Además, su gusto musical abarca un amplio espectro, desde ritmos como los de Bad Bunny, hasta clásicos atemporales como Julio Iglesias.
La combinación de estas aficiones —cine, deporte y música— no sólo enriquece su visión del mundo, sino que también le permite conectar con personas de distintas edades y contextos, demostrando la versatilidad y riqueza de sus intereses y su habilidad para relacionarse con un amplio abanico de generaciones. Conversar con Gabriel es, por tanto, una experiencia ecléctica e interesante, reflejando su personalidad multifacética y su capacidad para involucrarse en una variedad de temas con entusiasmo y conocimiento.
• EL ACTIVISMO •
Al proseguir la plática con CAMPESTRE, se divisa que en su papel como activista, sobresale su trabajo incansable en Baja California, enfocándose en sectores vulnerables y aplicando valores y conocimientos adquiridos tanto académicamente como en su entorno familiar. Su labor en este ámbito demuestra compromiso y habilidad para traducir ideas en acciones concretas.
Gabriel también ha trabajado en proyectos comunitarios, enfocados en la rehabilitación de espacios públicos y la promoción de actividades culturales y deportivas. “En lo que me enfoqué fue en esos centros comunitarios en abandono y en arreglarlos… Plantar árboles, ponerles libros, unas bancas para que los estudiantes puedan hacer sus tareas”, relata sobre sus iniciativas.
Con una trayectoria ya notable y futuro prometedor, Gabriel se enorgullece de sus raíces, y trabaja diariamente por ser agente de cambio positivo. Su amor por Tijuana se manifiesta en acciones concretas, y su perspectiva única lo ha llevado a enfocarse en proyectos que fomentan la unión y el desarrollo comunitario.
“Cuando uno va a visitar otros lugares, se dice que somos de Tijuana; pero me he encontrado con casos donde a mucha gente parece que a la gente no le gusta decir eso, y a mí siempre me ha costado mucho conflicto porque pareciera ser que hay gente no está orgullosa de su ciudad”, reflexiona, destacando su deseo de inculcar un sentido de orgullo local.
• POLÍTICA Y EXPERIENCIA EN LA CDMX •
Durante su estancia en la Ciudad de México, donde cursa sus estudios universitarios, su objetivo principal es absorber conocimientos para aplicarlos en beneficio de Tijuana.
Más allá de sus logros académicos, se enfrenta al reto de estar a la altura de su linaje, reconociendo la responsabilidad y presión que conlleva, pero adaptándola con gusto y dedicación. “Me gusta mucho estar en las calles con la gente, ver cómo se les puede apoyar a las comunidades vulnerables”, afirma, mostrando su compromiso con el contacto directo y genuino con la ciudadanía.
Ve a la política como una vía para reconectar a los jóvenes con su comunidad y su gobierno. “La gente no se quiere involucrar… Pero yo les digo que sí se puede hacer un cambio”, afirma con convicción, buscando renovar el espíritu y la práctica de la política en su región.
“Estoy consciente de que tengo que abrir mi propio camino y ganarme mi lugar”, comenta Gabriel, mostrando su independencia y determinación. Se ve a sí mismo como líder en formación, consciente de que aún tiene mucho que aprender y mucho que ofrecer. “En diez años, quiero empezar la vida política… Quiero tener una maestría y, ya cuando esté bien preparado, puedo dejarme llevar a la política”, proyecta con visión de futuro, comprometido con la preparación y la educación continua.
Gabriel Portilla Ruiz es ejemplo inspirador para la juventud, demostrando que es posible lograr equilibrio entre la tradición y la innovación, y su historia hasta ahora promete un futuro brillante para su incursión en el mundo de la política.
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