¿Es seguro invertir en bienes raíces en tiempos electorales?

Por: Marco Eric Cuén R. /Licenciado en Administración Pública y Ciencias Políticas. Gerente General de CITY Inmobiliaria.

Una objeción común entre los clientes del sector de bienes raíces durante la época electoral es la percepción de inseguridad que estos tiempos generan. Este sentimiento no es exclusivo del ámbito inmobiliario, sino que se extiende a inversores de diversos espectros económicos.

Sin embargo, para evaluar la decisión de invertir en un bien inmueble, el inversionista debe considerar y analizar los indicadores macroeconómicos del país o región donde se desea hacerlo.

Según la Teoría Económica Moderna, los principales indicadores son el Producto Interno Bruto (PIB), el tipo de cambio, inflación, reservas internacionales, tasa de interés, entre otros.

Al analizar la situación económica actual de México, es evidente que los indicadores muestran una tendencia positiva. El Producto Interno Bruto (PIB) del país ha mostrado un ascenso constante año tras año, particularmente desde el término de la pandemia.

Este crecimiento sostenido es claro indicio de fortalecimiento financiero. Además, la paridad Peso-Dólar está en óptimas condiciones, destacando que el Peso mexicano se ha convertido en la moneda que más se ha fortalecido a nivel mundial.

En términos de inflación, ésta se ha mantenido acorde con el poder adquisitivo en el país, lo cual es un signo saludable. México también se beneficia de tener amplias reservas internacionales, y esto es aún más notable dado que la nación ha adquirido poca deuda a lo largo de este sexenio, que está próximo a concluir.

Aunque las tasas de interés en México no sean tan competitivas en comparación con otros mercados financieros internacionales, un factor clave a destacar, junto con los indicadores económicos positivos, es la estabilidad gubernamental del país.

La incertidumbre y la desconfianza hacia una nación suelen surgir ante la previsión de un cambio abrupto en su forma de gobierno. Esta situación conlleva a menudo a la fuga de capitales y a una disminución en la inversión extranjera directa (IED).

Estos fenómenos ocurren porque los nuevos gobernantes pueden interrumpir abruptamente las políticas económicas y monetarias establecidas durante el gobierno anterior. Además, es común que las grandes obras públicas se detengan y no se les dé continuidad. Estas acciones resultan en reacciones negativas en los mercados financieros.

En el caso de México, todo apunta a que habrá continuidad del partido oficialista y que se dará seguimiento a los grandes proyectos iniciados en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Se continuará con la misma política de desarrollo social y la inversión en obra pública.

Lejos de generar incertidumbre, la situación actual inspira confianza entre los grandes inversores, quienes suelen ser un modelo a seguir para los sectores empresariales pequeños y medianos.

Por esta razón, podemos asumir que, incluso en tiempos electorales, se presentan condiciones óptimas para tomar decisiones afirmativas en el mercado de bienes raíces.

Así que considerando todos los elementos mencionados, resulta conveniente y hasta imperativo continuar invirtiendo en propiedades.