En Baja California, hemos crecido en ocupación hotelera, los índices son superiores al 65%, según la SECTURE. Las aerolíneas le han apostado a la apertura de nuevas rutas o aumentar sus frecuencias.
Por: Edrick Reyes M.
Me pongo a reflexionar lo que hemos conseguido todos en Baja California con relación a la materia de turismo. Indudablemente, han sido grandes logros para los que participamos de manera activa en la iniciativa privada. Liderazgos honestos que, en conjunto, hacen de ideas proyectos tangibles en beneficio para la comunidad, cito algunos como ejemplo.
Las vialidades llenas de baches en el Valle de Guadalupe, un atractivo turístico olvidado por el gobierno vio la luz al final del túnel con la iniciativa de un grupo de empresarios y emprendedores locales que sumaron esfuerzos con el fin de recabar e, incluso, aportar dinero de su propio bolsillo para darles mantenimiento a las carreteras y que los turistas puedan transitar tranquilamente.
Otro ejemplo es la comunidad gastronómica que, con su creatividad y fuerza, ha logrado poner en boca de muchos a Baja California. Empresarios que han apostado al negocio del hospedaje han visto que es una gran oportunidad de trabajo, pero que tiene su chiste querer operarlo.
Creo que nos ha ido muy bien en meses anteriores y este 2023 nos trae muchos retos, retos que debemos tomar con fuerza y determinación. La actividad turística va en ascenso, los números no mienten y menos el INEGI que nos dice que el turismo internacional creció en un 13.9% respecto al año anterior.
El turismo doméstico, hablando de nosotros, mexicanos viajando dentro de nuestro país, fuimos poco más de 48 millones de almas transitando y visitando otras ciudades, aproximadamente.
Con esto, creo que queda demostrado que el turismo debe ser una prioridad en cualquier agenda gubernamental, y no hablo del cambio de logo, de hacer un video o de cambiar la imagen del destino cada 6 años. Hablo de políticas públicas, educación, formación turística, cultura turística, turismo inclusivo, entre otros. La falta de estas ha hecho que esta actividad se siga viendo como viajes de placer, cuando debería ser empleo, imagen, formación y derrama económica.
La falta de una buena planeación estratégica ha sido notoria en estos últimos años, ni siquiera sabemos nuestro propio FODA, ahora ya se imaginarán el de los demás. Se sigue haciendo lo que muchos califican como trabajo justificado. Lamentablemente, el protagonismo individual es más importante que los resultados colectivos.
En nuestro país, esto ha sido desde hace unos años, la falta de planeación nos ha llevado a “cachar” lo que podamos y presumir lo que se puede. Afortunadamente, el sector empresarial ha salido avante, se han abierto más restaurantes, muchas propiedades de hospedaje en los destinos top de México, Cancún, Riviera Maya, San Miguel de Allende, Tijuana, Los Cabos, entre otros.
En Baja California, hemos crecido en ocupación hotelera, los índices son superiores al 65%, según la SECTURE. Las aerolíneas le han apostado a la apertura de nuevas rutas o aumentar sus frecuencias.
En cuanto a la gastronomía, ¡híjole!, para eso nos pintamos solos, la verdad. Pero nos sigue haciendo falta algo, ese algo que nos ayude a evolucionar nuestras técnicas y creatividad para nuestros turistas, visitantes y huéspedes.
En mi rubro, la hospitalidad juega el papel clave, el detalle es lo que importa, y aunque muchos dicen que no es importante, yo los reto, pregúntenles a sus esposas, novias o ustedes mismos, ¿se quedarían en un lugar dónde hubiera cabellos en la cama?, ¿un baño sucio?, ¡pues claro que no! La respuesta es muy obvia y ahí es el trabajo más difícil, la diaria supervisión de los detalles.
Por eso hablo de la formación turística, una serie de capacitaciones para todos, debemos saber cómo cuidar a nuestros turistas y dar la mejor imagen.
Baja California no está pasando por sus mejores momentos, la violencia nos rebasó, los tráficos son cada vez peores, hay un estrés social enorme, pero soy optimista y creo que en conjunto podemos seguir creando un futuro prometedor en turismo.
No quito el dedo del renglón y sigo haciendo énfasis en que el trabajo colectivo es mejor, pero un trabajo donde TODOS participemos, porque la foto es bonita, pero es mucho mejor que todos trabajemos de la mano, créanme, nos va a ir mejor a TODOS.
Me despido de este pequeño, pero nutrido escrito que con mucho cariño escribí para esta gran revista que cabe mencionar, me enamoró su nueva cara. Sin duda, ellos han sabido evolucionar y lo han hecho trabajando en equipo. Les propongo lo mismo, hagamos del turismo una prioridad.
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