San Diego está convertida en un hub de lujo y exclusividad, en el escenario de los bienes raíces internacionales, donde deportistas, celebridades y los empresarios más reconocidos buscan invertir en la región.
Ubicado a pocos kilómetros de Tijuana, el mercado inmobiliario de San Diego se ha posicionado como uno de los más exclusivos del mundo.
Sus propiedades, reconocidas por la magnitud y ostentación, atraen cada año a celebridades, empresarios de renombre y figuras deportivas que buscan el balance perfecto entre lujo y clima mediterráneo.
Hoy, la propiedad Sand Castle en 1900 Spindrift Drive, La Jolla, busca redefinir la opulencia en bienes raíces con un precio de $108 millones, prometiendo romper récords en California y colocarse como la venta más exclusiva de la región Cali-Baja.
La Sand Castle, propiedad del magnate Darwin Deason, es la interpretación americana del Palacio de Versalles, asentada sobre el océano y adyacente al exclusivo La Jolla Beach and Tennis Club.
Con 13,000 pies cuadrados y una playa privada que sólo puede replicarse bajo sus actuales permisos, la propiedad destaca por sus detalles en piedra tallada, mosaicos, pisos de mármol y decoración inspirada en la Riviera Francesa.
Esta combinación de refinamiento europeo y vistas inigualables crea un ambiente que ha sido imposible de replicar, según el agente de listado Brett Dickinson.
El lujo sin restricciones en La Jolla
Con un comedor adornado en oro de 18 y 24 quilates, un bar náutico decorado con estatuas del siglo XVIII y una playa privada cuya arena proviene de Augusta, Georgia, la Sand Castle reescribe las reglas del lujo en bienes raíces en California.
Deason, quien también posee propiedades en Dallas y Cabo San Lucas, optó por inspirarse en la elegancia del París de Versalles y el prestigioso Hotel du Cap-Eden-Roc de la Riviera Francesa, llevando su visión a una remodelación liderada por el célebre diseñador de interiores Timothy Corrigan y el arquitecto Drex Patterson.
Las extravagancias no terminan aquí: la propiedad cuenta con diez habitaciones distribuidas entre la casa principal y una casa de huéspedes, piscinas de agua salada, gimnasio privado, jardines cuidados con precisión y cuevas naturales que se han adecuado con puertas de acceso para privacidad adicional.
El atractivo de Sand Castle trasciende su exclusividad, ya que su diseño y características no podrían replicarse bajo las actuales regulaciones costeras de California.
Con un muro de contención y un acceso único al océano, esta propiedad simboliza una oportunidad para los inversores más selectos del mundo.
La demanda inmobiliaria en San Diego, especialmente para propiedades de más de $6 millones, se mantiene estable, aunque el tiempo promedio de venta se extiende a 425 días, debido a la naturaleza especializada de este mercado, señala el analista Nathan Moeder, de London Moeder Advisors.
Si la propiedad alcanza el precio de venta solicitado, establecería un nuevo récord en el condado de San Diego, superando la venta de la mansión de Del Mar en 2023 por $44.1 millones.
Aunque algunos expertos prevén una posible reducción del precio inicial a $60 millones, Dickinson mantiene la confianza en que la venta atraerá a un comprador de perfil multimillonario, debido a su singularidad y la imposibilidad de replicar una propiedad similar en el futuro.
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