El legislador José Alberto Martínez Carrillo exhortó a la Comisión Nacional del Agua, a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales y a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, para que en el ámbito de sus respectivas atribuciones detengan de forma inmediata la extracción de arena en el arroyo del Valle de Guadalupe, ubicado en el municipio de Ensenada.
De igual forma, el representante popular emanado del Partido Nueva Alianza (Panal) exigió que se verifique física y presencialmente cada concesión o permiso de operación, así como revocar concesiones a quienes hayan rebasado los límites de sus autorizaciones, pero sobre todo, no otorgar ningún nuevo permiso de extracción mientras no se recupere el equilibrio en el acuífero del Valle de Guadalupe.
“La extracción desmedida de arena en el Valle de Guadalupe es un problema añejo y recurrente; desde 1999 se hace en forma masiva por particulares a quienes la Comisión Nacional del Agua ha otorgado concesiones”, reveló.
El también presidente de la Comisión de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable de la XXI Legislatura, explicó que el problema generado con la extracción de arena en los arroyos tiene importancia vital porque afecta directamente la integridad y conservación de los mantos acuíferos.
Señaló, además, que el retiro desmedido del material expone al acuífero a la atmósfera, lo cual ocasiona mayores pérdidas por evaporación, además de que disminuye la infiltración de los escurrimientos. En estas condiciones, el acuífero pierde capacidad de almacenamiento.
“El problema continúa agravándose y en la actualidad, personas y organismos de la sociedad civil que buscan la protección de la zona del Valle de Guadalupe, siguen denunciando la extracción excesiva de arena del arroyo. Incluso, funcionarios de la SPA han señalado que en áreas donde existen permisos para extraer entre 1 y 2 metros de arena, hay excavaciones cuya profundidad rebasa los 6 metros”, detalló el legislador del Panal.
Argumentó también que una grave consecuencia de este irracional saqueo de arena y agua de la zona, es el desplome del nivel freático. Al respecto, dijo que estudiosos del tema señalan el nivel histórico de 10 metros de profundidad que en los años 80 se registraba, lo que hacía posible, por ejemplo, que las raíces de olivo y uva en edad adulta lo alcanzaran; eso significaba que se mantenían en condiciones de temporal. En la actualidad, el nivel freático del Valle está a más de 20 metros, lo cual provoca que las raíces ya no logren alcanzarlo.
Por último, Martínez Carrillo comentó que es necesario mejorar la eficiencia de infiltración en la cuenca y mitigar la evaporación, prohibiendo la extracción de arena y reducir la de agua; lo anterior, sumado a una estrategia que considere mejoras en las prácticas productivas y el manejo de los ecosistemas.
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