By La cabeceras en todos los medios, así como algunas visitas rápidas a San Diego, cuentan de una caída en los precios del petróleo alrededor del mundo, y con ello una baja en los precios de la gasolina. Pero los mexicanos, acostumbrados a cambios en el precio impuesto por el gobierno, quizás no entendemos muy bien cómo es que baja cruzando la frontera y aquí no tanto.
Hasta hoy, el precio de la gasolina en los municipios de la frontera es de aproximadamente $11.00 pesos el litro de Magna (que es menor al precio en el resto del país), que se traduce a $3.05 dólares por galón de «regular» con el tipo de cambio ofertado en la mayoría de las gasolineras, que por lo general es menor que aquel en las casas de cambio de la ciudad.
Normalmente, la homologación de los precios de la gasolina que se tiene en la frontera es suficiente como para evitar diferencias muy bruscas entre los precios de San Diego y Tijuana, pero el petróleo en el mercado internacional ha caído tanto en tan poco tiempo, que vemos lugares en Chula Vista ofreciendo el galón de gasolina en $2.79, hasta ayer miércoles, con pronósticos de que podría llegar hasta a $2 para finales del año.
Ni la homologación en la frontera del lado mexicano podrá alcanzar esas bajas tan rápido (ni con el dólar a $14.00 pesos) mucho menos el resto del país, que está pagando hasta $13.22 pesos por litro de Magna, y $14 pesos por Premium. Estos precios ha llevado a quejas y sospechas sobre qué hace Pemex con los ahorros que tiene gracias a que tienen paga ahora menos por la gasolina que importa al país y para consumidores.
Con los gasolinazos aún programados para que continúen mínimo hasta enero, Pemex parece ser que se ahorrará hasta 127 millones de dólares tan solo entre agosto y septiembre.
¿Cuándo nos llegará ese ahorro a nosotros? Se habla de quizás se tengan que modificar los gasolinazos del próximo año (a partir del 2015, serán anuales, no mensuales), pero no se ha anunciado nada concreto.
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