By Ex braceros que padecieron los rigurosos filtros para poder ir a trabajar a Estados Unidos no tiran la toalla para exigir al Gobierno federal el pago de 38 mil pesos a cada uno de ellos como parte de la devolución de los ahorros que se les descontaron durante el tiempo que laboraron en el programa «Bracero» en Estados Unidos de 1942 a 1964.
Las marchas para lograr este objetivo han sido bastantes, pero todas tienen la esperanza de no desistir hasta ver en sus bolsillos el recurso que -dicen- aún no se les ha devuelto a pesar de que fue autorizado por el Gobierno federal desde el 2005.
Algunos braceros han quedado en el camino, muchos perecieron en condiciones precarias esperando ver el dinero que requerían para vivir una vejez digna.
Sin embargo, sus esposas, hijos y nietos no olvidaron el sueño de ver este momento, por lo que se unieron a este movimiento que cruza fronteras, ya que desde Los Ángeles, California, proceden gritos exigiendo el pago justo por los años trabajados allá, sobre todo por la defensa a una dignidad laboral.
Casi 2 millones de personas fueron contratadas en este programa, pero no todas siguen en pie y como una medida para concientizar a las autoridades sobre este problema, la tarde de ayer en el parque Héroes de Chapultepec varios braceros se unieron a la caravana «Holocausto Bracero», la cual inició el pasado martes en la ciudad angelina.
El nombre de la caravana hace referencia a las personas que han fallecido luchando por años por un pago que les corresponde y han heredando a sus familiares el compromiso por apoyar a sus compañeros que buscan llegar hoy a Empalme, Sonora, donde se reunirán con la senadora Ana Gabriela Guevara, presidenta de la Comisión de Migración, a quien le harán llegar sus demandas para ser enviadas al presidente Enrique Peña Nieto y al Congreso de la Unión.
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