Por: Roberto Vega Solís / Presidente del Centro Empresarial Coparmex Tijuana
Aprovecho este espacio para desearles un muy feliz año a todos nuestros lectores y expresarles, de todo corazón, mis mejores deseos para que este sea un año positivo, lleno de realización, crecimiento y superación. Cada nuevo año representa la oportunidad perfecta para hacer un corte de caja, reflexionar sobre dónde nos encontramos y realizar los ajustes necesarios.
Las personas estamos en constante evolución, y cada inicio de algo siempre nos supone entusiasmo, esperanza e incertidumbre. Y aunque la oportunidad de cambio o renovación siempre está presente, el comienzo de un nuevo año nos envuelve en un halo de esperanza; sentimos que, esta vez, sí cumpliremos nuestras metas. Sin embargo, la verdadera magia no radica en el simbolismo del día 1, sino en las acciones concretas y decididas que llevamos a cabo para materializar los cambios pretendidos.
Es importante que las metas sean realistas y alcanzables. Pequeños cambios atómicos son mucho más fáciles de conquistar y de lograr que perduren. La perseverancia es el camino para consolidar nuestros objetivos.
También es mucho más fácil cuando compartimos nuestros propósitos con nuestro círculo cercano. El poder de la comunidad es inmenso, y el trabajo en equipo, junto con el respaldo del grupo, facilita alcanzar los objetivos con una mayor sensación de simplicidad.
Hasta ahora, hemos hablado de las oportunidades personales de crecimiento. Pero, ¿qué sucede cuando un gran número de personas de una misma comunidad tienen metas genuinas de superación personal? Pues nuestra sociedad avanza y progresa.
De ahí que en el mundo existen países con una alta tasa de bienestar, equidad, justicia. A mayor educación, los países tienden a generar políticas públicas inclusivas y de alto impacto.
En México contamos con un país rico en recursos naturales, un clima benigno y una posición geográfica privilegiada. Tenemos más de 3,000 kilómetros de frontera con la nación más poderosa del mundo, extensos litorales y un tremendo potencial turístico gracias a la belleza de nuestra geografía y tradiciones. Además, poseemos una gastronomía abundante, dinámica y llena de ingredientes únicos.
Hoy, ante las tensiones comerciales y políticas entre China y Estados Unidos, nuestro país se está convirtiendo en un imán para las inversiones. Tenemos el potencial de ser receptores de una cadena de suministro global de alto valor agregado, lo que podría generar un gran bienestar. Para lograr que esto se dé, necesitamos lograr como país diversos cambios: lograr controlar los altos índices de inseguridad, siendo prioritaria una estrategia que ofrezca resultados reales, y que permita vivir en paz.
También, generar una mejora regulatoria que derive en simplicidad y que sea fácil la apertura y operación de nuevas empresas. Necesitamos traer a la formalidad a millones de emprendedores que hoy trabajan fuera del sistema.
Otro tema vital, es ofrecer certeza jurídica. Cualquier empresa que vaya a destinar recursos a nuestro país, debe saber que sus inversiones son seguras y que además se cuenta con el respaldo del estado mexicano. Como país necesitamos orientar los cambios para convertirnos en un país más democrático, transparente y seguro.
En Coparmex también abrazamos el cambio. Estamos arrancando el año con nuevo Presidente Nacional, y estamos determinados a apoyar con todo a las MiPymes para que puedan alcanzar todo su potencial. Trabajaremos en la construcción de la unidad nacional, porque estamos seguros que el camino de la prosperidad compartida, requiere a un México unido y fuerte.
Tenemos, pues, hoy muchas circunstancias positivas como personas y como país, y si nos enfocamos y trabajamos en mejorar nuestras áreas de oportunidad, podremos convertir la perfecta oportunidad, en una realidad más justa, positiva y de crecimiento. ¡Que sea un gran año para todas y todos!
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