El Gobierno Municipal reconoció el legado de su mandato, de 1983 a 1986; durante su mandato colocó la primera piedra de lo que hoy es el Palacio Municipal.
El Gobierno Municipal realizó este martes las honras fúnebres de don René Treviño Arredondo, munícipe del XI Ayuntamiento de Tijuana (1983-1986) y quien durante su mandato colocó la primera piedra de lo que hoy es el Palacio Municipal.
En representación de la primera edil, Montserrat Caballero, el secretario de Gobierno Municipal, Jesús García Castro, reconoció la histórica trayectoria de Treviño Arredondo, siempre con vocación de servicio y comprometido con el progreso de Tijuana desde la trinchera en la que estuviera.
García Castro destacó que durante su gestión, no solo consolidó el proyecto de una nueva casa para los tijuanenses, con instalaciones dignas y de puertas abiertas, trasladando el Palacio Municipal de la calle Segunda en Zona Centro hasta Zona Río, sino que logró mantener una estabilidad financiera, pese a las adversidades y problemáticas de su era.
“Nuestro compromiso con su memoria, es continuar trabajando por una Tijuana próspera, con el equilibrio social que tanto encomendó y con oportunidades equitativas y de progreso para todos quienes pisan esta tierra”, manifestó el secretario de Gobierno Municipal.
El acto solemne se llevó a cabo en el patio central de Palacio Municipal, donde se montaron tres guardias de honor por parte del XXIV Ayuntamiento de Tijuana, los familiares de René Treviño Arredondo y sus compañeros de la Asociación Política de Baja California (APBC).
Alejandro Rosas Romandía, integrante de la APBC, de la cual era activo miembro don René Treviño, hizo una remembranza del legado que deja el alcalde del XI Ayuntamiento de Tijuana, quien además fue regidor, tesorero, recaudador de rentas, diputado local. federal y dirigente partidista.
A la ceremonia asistieron la señora Carmen Estudillo de Treviño, acompañada de sus hijos, nietos, familiares y amigos, así como autoridades del XXIV Ayuntamiento y ciudadanos que se unieron al minuto de silencio y aplausos, en homenaje del gobernante.
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