¿Cómo prevenir los ataques, qué hay que tomar en cuenta y cómo saber si nuestro nuevo smartphone es lo suficientemente seguro y adecuado?
En los últimos meses, los temas de la economía digital nos han abrazado a todos, pero, ante todo, nos han dejado con varias dudas.
Si bien, temas como el Bitcoin, el Metaverso propuesto por Mark Zuckerberg o las posibilidades de interactuar con nuestras fascinaciones mediante juegos como FortNite no son del todo nuevos, las tecnologías cruzadas y su rápida asimilación por usuarios y propósitos de diferente tipo durante los días aún vigentes de pandemia, han hecho que el tema de fondo se atienda con seriedad y prontitud: la seguridad.
En ese sentido, ¿Cómo prevenir los ataques, qué hay que tomar en cuenta y cómo saber si nuestro nuevo smartphone es lo suficientemente seguro y adecuado?
Partiendo del tema de la criptoeconomía, este concepto ha generado cierta confusión debido no sólo a su complejidad técnica, sino también a que nos encontramos frente a una nueva dimensión tecnológica para operar nuestro dinero y hacerlo crecer sin necesidad de un banco o un gobierno, algo que hoy por hoy tiene una larga discusión en cuanto a temas de transparencia y seguridad.
Al hablar de dinero virtual, que forzosamente requiere del acceso a internet, hoy por hoy las criptodivisas y transacciones en estas monedas digitales no reguladas no son 100% seguras y la susceptibilidad de hackeo a sus sistemas de seguridad es alta.
Y si bien nuestros teléfonos nos suelen asegurar un blindaje primero a nuestra información más sensible, el verdadero riesgo de los precios de las monedas es que se establecen según la ley de la oferta y la demanda, lo que genera grandes subidas y bajadas en el valor de dichas criptomonedas, además de riesgos legales a nivel internacional en países en donde aún están prohibidas como Tailandia, India o Islandia. Por último, si no realizamos previamente una copia de seguridad en una billetera virtual, podemos perder nuestro dinero virtual.
Sin embargo, de la mano del blockchain y las criptomonedas, el uso cada vez más frecuente de esta tecnología ha dejado ver la solución a ciertos problemas de pagos, atención médica y solvencia profesional, hasta llegar a un mayor involucramiento de las industrias creativas y de entretenimiento gracias a la llegada del NFT, una suerte de activo digital encriptado e induplicable que puede ser una obra de arte intangible, u otro activo, y que ya ha alcanzado niveles millonarios.
Y si bien éste no es por sí mismo riesgoso, la vulnerabilidad y la exposición de éstos en el mundo digital pueden ser potencialmente un imán de ataques. Los expertos dicen que el NFT es susceptible de lavado de dinero, en tanto su encriptamiento y falta de regulación potencia la fluctuación “libre” de recursos en el mundo digital.
Para el caso del tan anunciado Metaverso, una de las evoluciones a las que apunta Facebook, si bien aún nuestro Moto puede sólo ser el soporte primario para experimentar nuevas formas de conectarnos con el mundo, lo cierto es que detrás hay más una discusión en materia de ética y salud, ya que en cuanto a la seguridad no existen leyes ni jurisdicción legal, límites físicos o fronteras, lo cual demanda una responsabilidad sobre las acciones.
Además, y gracias a su naturaleza digital, las acciones en un escenario como un metaversos igual a datos personales, biométricos, financieros e incluso emocionales, por lo que temas como confidencialidad y propiedad intelectual pueden comprometernos y exponernos vía nuestro smartphone, por lo que se recomienda estar informados y mantenerse cautos en cuanto a su uso inicial.
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