By “Estamos al borde de una revolución tecnológica que modificará fundamentalmente la forma en que vivimos, trabajamos y nos relacionamos” (Klaus Schwab/Fundador y Presidente del Foro Económico Mundial).
El Foro Económico Mundial (WEF por sus siglas en inglés), ha definido la “Cuarta Revolución Industrial” como una revolución digital que es caracterizada por “una fusión de tecnologías que difumina las líneas entre las esferas físicas, digitales y biológicas”; y que coloca a las empresas, empresarios, profesionales y ciudadanos en general en un escenario de amenazas y oportunidades. Esta condición no es nueva, puesto que la humanidad y las sociedades han evolucionado significativamente a la par de las “Revoluciones Industriales”, donde la creatividad, la innovación y el desarrollo han sido factores importantes que han impulsado las grandes transformaciones sociales, políticas y económicas en el mundo.
Recordemos la primera revolución industrial en Inglaterra en 1786, la cual transformó la forma de producir, incorporando los beneficios de los instrumentos mecánicos de tracción-hidráulicos y a vapor.
Posteriormente la segunda revolución industrial se desarrolla entre 1870 y la primera guerra mundial, con los beneficios que dejó a la sociedad el uso de la electricidad, el radio trasmisor, el automóvil de combustión interna, entre otras cosas.
La tercera, conocida como “la revolución de los elementos inteligentes”, surge a finales del siglo XX, con las ventajas de la aviación, la era espacial, la energía atómica, la cibernética, las computadoras y la tecnología de la información.
La cuarta revolución, es la que nosotros estamos viviendo y se enfoca en la aplicación del Internet, la digitalización, la tecnología de la información, los dispositivos inteligentes, las redes, el “Big data”, entre otras cosas que han beneficiado a la sociedad moderna, y que sin duda alguna están cambiando la manera en que interactuamos como sociedad.
A continuación cito algunas recomendaciones que el Foro Económico Mundial puntualiza para abordar de mejor manera la cuarta revolución industrial:
La conectividad y digitalización transforman cualquier empresa y a cualquier profesional y ayudan a construir una ventaja competitiva.
Invierte en transformar digitalmente los procesos con activos tecnológicos, ya que las herramientas digitales son necesarias para mejorar los procesos.
Explora y capitaliza las nuevas tendencias tecnológicas como el Internet de las Cosas, Realidad Aumentada y Virtual, e Inteligencia Artificial, ya que estas tienen mucho potencial en áreas como marketing.
Compromete a tus colaboradores con la innovación digital, ya que una compañía jamás podrá transformarse digitalmente si no lo hace de la mano de sus colaboradores.
Convierte el conocimiento digital en activo estratégico, ya que es una ventaja para los negocios contar con talento humano que tenga competencias digitales.
Apuesta por un enfoque holístico en la comunicación de marca, mediante servicios medulares con los que se diseña una estrategia de marketing (énfasis al uso de redes sociales y blogs para amplificar la visibilidad). Ante este escenario, y si no queremos quedarnos rezagados, empresas, gobierno y sociedad, debemos avanzar en establecer innovadoras formas de producir, convivir y regularnos, determinar nuevos esquemas educativos y de formación que generen valor agregado y respondan a la realidad de mercados más competitivos, y generar sociedades mucho más organizadas, científicas y solidarias.
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