A tan sólo unas cuantas horas de San Diego, EE.UU., Valle de Guadalupe es un lugar perfecto para descansar de la ajetreada monotonía y para disfrutar de todo tipo de placeres. Rodeado de valles verdes y peñas, este sitio se ubica al norte de la península de Baja California, donde los veranos son calurosos y los inviernos más fríos, donde el suelo poroso se mezcla con la fresca brisa del mar, donde los cultivos de vid escogieron este lugar para dar frutos exquisitos (y no al revés).
La presencia de los viñedos en Valle de Guadalupe se remontan al siglo XVII, cuando los Jesuitas abrieron la primera vinatería: Bodegas de Santo Domingo. Sin embargo, no fue hasta 1997, que Hugo D’Acosta, visionario enólogo, decidió comercializar los vinos mexicanos: concentrados y complejos, llenos de cuerpo y aroma. Sus vinos se volvieron famosos: eran la perfecta mezcla de tempranillo y carbernet sauvignon. Desde entonces, la calidad de los vinos al noroeste de México ha incrementado a lo largo de las últimas dos décadas.
En consecuencia, locales y hoteleros optaron por formar, a su manera, la Ruta del Vino: 60 vinaterías en un área de 56 km, donde se incluyen la Finca La Carrodilla, Viñas de Garza, Monte Xanic, entre otros. Por ejemplo, Alximia ofrece vinos Gaia (Cabernet Sauvignon, Tempranillo y Syrah), Alma (Tempranillo y Zinfandel) y Helios (Grenache blanc y noir); mientras que la Hacienda la Lomita, cuenta con un área específica para catar, desde las 12h hasta las 16h.
Lo característico de los vinos de Valle de Guadalupe es su irrigación, ya que es la sangre que llega a las venas de los viñedos. Gracias a ese proceso clásico de la agricultura desértica, las uvas que crecen son ideales para vinos estilo Carbenet Sauvignon, Cabernet Franc, Merlot, Zindandel, Nebbiolo, Syrah, Tempranillo, Malbec, Carignan, Grenache, Chardonnay, Sauvignon Blanc, Sémillon y Viognier. De acuerdo con Wine Enthousiast Magazine, los vinos de la zona tienden a tener un poco más de alcohol que los europeos, con sabor a frutos rojos y con una ráfaga de calor que reviven el sol de Baja California.
Otros lugares ideales para conocer a fondo este destino turístico son los restaurantes, los cuales mezclan de manera ingeniosa la comida gourmet con el típico sabor de la comida mexicana. Uno de los lugares recomendados es Corazón de Tierra, donde se cocinan mariscos con flores, chiles, hierbas y especias. Por el otro lado, también está la opción de Laja, restaurante pionero que se especializa en la cocina tradicional de la zona: borrego y epazote.
Mientras que de hoteles se trata, la Villa del Valle es un lugar idóneo para descansar en un hotel con un estilo de la italiana Toscana; también está Encuentro Guadalupe Antiresort para los amantes de la ecología, ya que se trata de un lugar único para quedarse unos días y cuidar el medio ambiente; por el otro lado, Hotel Boutique tiene una vista cautivadora a los jardines y a los viñedos de Villa Guadalupe; y finalmente, El Cielo, quien busca una estancia inundada de lujos.
Así que prepara las maletas para conocer este paraíso terrenal al norte de México. ¿Cuándo? Para visitar este lugar, se recomienda que sea entre el mes de julio y agosto, cuando el calor no es abrumador.
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