By La Casa de Cultura Playas alberga desde hace una semana una exposición singular, que forma parte de la colección de un hombre que encuentra en “Troncos y piedras”, la historia de vida y de sus protagonistas.
Jesús Sánchez Romero “Don Chuy”, originario de Tayoltita Durango, desarrolló una fascinación por las ramas y rocas que arrastraba el río que pasaba por su casa, elementos que convirtió en un medio de expresión.
La Sala de Usos Múltiples recibe estos pedazos de vida, como parte de la hazaña de recuperar la historia, imaginar el pasado y tallar el tiempo en los troncos y piedras, porque el artista aprendió con un indio tarahumara que hacía esculturas cómo les daba vida delante de los chiquillos del pueblo, y encontró así su talento.
Hay piedras del desierto, de la montaña, fósiles, y cada una va fascinando al espectador que encuentra narraciones de un niño encantado por las historias que le cuentan las piedras y los troncos, que muchos podrían decir que son naturaleza muerta, pero en realidad están llenos de vida gracias a Don Chuy.
Él llegó a vivir a Tijuana en 1990 y como lo confiesa, parte de su equipaje eran estos preciados objetos que comparte en el recinto de la Casa de Cultura de Playas, donde permanecerán hasta mediados del mes de mayo.
No son piedras comunes, son secretos de vida en la historia de la naturaleza y sus cambios. Hay también como parte de esta exposición un homenaje a los estados de Colima, Michoacán, San Luis Potosí, Hidalgo y por supuesto Baja California, a la que le rinde homenaje por medio de la representación de un borrego cimarrón y una ballena. Cada pieza habla por sí sola y cuenta su historia.
“Para mí”, dice el artista, “esto es mi vida, creo que no hay nada más apreciado y querido por mí y lo comparto con mucho gusto con el público”.
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