By No dormir las horas que debemos (de siete a ocho en adultos) va a desencadenar problemas relacionados con enfermedades crónico-degenerativas que nos afectan hoy en día.
Checar tu teléfono a todas horas es ya casi parte de una rutina automática, que invariablemente se suele realizar.
Sin embargo, hacerlo por las noches, antes de dormir, y en el peor de los casos al despertarse en la madrugada para verificarlo, han desembocado en un impacto negativo de los dispositivos electrónicos, alcanzando la magnitud que estos aparatos han contribuido a que el síndrome de sueño insuficiente sea el principal trastorno en la actualidad, de acuerdo con la UNAM.
Para el titular de la Clínica de Trastornos del Sueño de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Rafael Santana Miranda, “los estímulos luminosos, visuales y sonoros de los teléfonos celulares, además de televisiones, videojuegos y computadoras, generan restricciones en la necesidad biológica de dormir”.
«No dormir las horas que debemos (de siete a ocho en adultos) va a desencadenar problemas relacionados con enfermedades crónico degenerativas que nos afectan hoy en día: obesidad, diabetes, hipertensión y cáncer, entre otras», advirtió el especialista.
En ese sentido, se precisó que la luz que emiten estos aparatos son el principal factor de alteración del ciclo circadiano, además de que el cerebro se activa ante la presencia de claridad, indicó Santana Miranda.
«Eso nos puede robar muchas horas, sólo con educación y disciplina tenemos que aprender y enseñar a los menores, cuyo cerebro está en desarrollo, es importante limitar la cantidad de luz», apuntó el médico.
«Tenemos que estar expuestos a la oscuridad para que de manera natural se desencadene una serie de eventos, como la liberación de melatonina, que inducen al sueño y participan para que este sea reparador», añadió.
Cifras dadas a conocer por el médico indican que cerca del 40% de los mexicanos reporta tener mala calidad del sueño, además de que factores como el estado de ánimo también tienen un impacto negativo en el descanso.
«Hemos entrado en ansiedad y depresión al no socializar, tenemos gran estrés porque la crisis que vivimos es económica además de sanitaria y algunas familias viven en hacinamiento», agregó.
Tener buena calidad de sueño requiere una alimentación sana y constante actividad física, además de que dormir bien es parte de la condición de la vida, por lo que es fundamental darse tiempo para descansar a pesar de las exigencias del estilo de vida moderno.
Quien restringe su sueño, apuntó, compromete su sistema inmunológico, además de que la generación de anticuerpos en su cuerpo se ve comprometida.
«Por el contrario, dormir y descansar impactan favorablemente incluso en procesos cognitivos como la memoria, atención y concentración, esenciales para el crecimiento y el desarrollo, así como funciones biológicas que son fundamentales para la vida», finalizó la UNAM.
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