Una familia de escasos recursos pudo recuperar su vehículo que fue confiscado por personal de la Aduana de Tijuana, que también pretendía aplicarle una multa de 150 mil pesos para poder regresarles la unidad, que es la base de su sustento económico.
Lo anterior informó abogado fiscalista, y director de TLC Asociados, Octavio de la Torre de Stéffano, quien mencionó que representantes de esta firma atendieron este caso sin cobrarle honorarios, como parte de su Programa de Responsabilidad Social a la comunidad.
Dijo que como este caso la firma tienen más de 80 testimonios de ciudadanos que han podido recuperar su vehículo tras ser confiscados por la Aduana, y las personas que no han podido tener de nueva cuenta sus unidades, es porque están mal asesorados.
Explicó que la autoridad aduanera procede a retener el vehículo para iniciar un procedimiento administrativo que deriva en un “embargo precautorio” en virtud de que el conductor no demostró que el automóvil se encuentra importado, o bien, el conductor del automóvil con placas extranjeras no acredita a la Aduana que él es un residente en el extranjero.
En estos casos el conductor debe esperar a que la Aduana redacte un acta donde se harán constar los hechos que ocurrieron el día en que la mercancía se introdujo a México, debe hacerse un inventario de la mercancía y el automóvil; dicha acta debe ser firmada por el conductor del vehículo ante dos testigos y debe entregarse una copia de la misma; esa acta corresponde al embargo del vehículo, abundó.
De la Torre de Stéffano resaltó que como en todo acto de autoridad, el ciudadano tiene un plazo para ofrecer pruebas y alegatos ante la misma autoridad, pasado un tiempo aproximado de cuatro meses.
En este lapso la Aduana de Tijuana está obligada a emitir una resolución en la cual determina el destino de los bienes embargados y el probable crédito fiscal por no haber introducido legalmente el vehículo, precisó.
A partir de ese momento el ciudadano tiene el derecho a impugnar la resolución haciendo notar las omisiones o irregularidades que surgen con motivo de la actuación de la Aduana, concluyó Octavio de la Torre de Stéffano.
La dueña del automóvil, Soledad Cabrera Andrade dijo que “recuperar nuestro vehículo tras ser confiscado por la Aduana en tan corto tiempo fue algo que me sorprendió, por lo que la intervención de TLC Asociados fue muy efectiva”.
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