Por: Gustavo Morales / Abogado y Comunicador “El Mexicano”
Es prácticamente aceptado por todas las personas que tienen interés en la política mexicana, que el proceso presidencial del próximo 2024 será entre mujeres, lo que hace 30 años parecía impensable para la clase política del país, La evolución y empoderamiento de la mujer ha logrado que tomen posiciones de poder, y México está a un año de causar historia con este suceso.
En el Frente Amplio por México, conformado por PRI, PAN y PRD, está la hidalguense Xóchitl Gálvez, una señora carismática que no se esfuerza por ocultar la naturalidad de su comportamiento y lenguaje coloquial que la ha distinguido en sus declaraciones, sobre todo en contra de las acciones del presidente.
Por MORENA y sus aliados, fue designada “por el pueblo sabio de México”, Claudia Sheinbaum, donde ganó por más de diez puntos de diferencia en las cuatro encuestas que se hicieron al segundo lugar, Marcelo Ebrard.
Cabe señalar que no le cabía la sonrisa a Sheinbaum, se le notaba la designación “por el pueblo sabio” el día que se dieron a conocer los resultados; Claudia, a diferencia de Xóchitl, es una mujer más reservada, más seria y se tiene la ligera impresión de ser la favorita del supremo líder del país.
El proceso de Xóchitl para llegar a ser la coordinadora de la oposición fue relativamente fácil, sus contrincantes no figuraban, y quién le daba una buena batalla, Beatriz Paredes, tiene una inteligencia fenomenal, pero carece de carisma y empatía social, por lo que ni siquiera terminaron de realizar las encuestas.
El proceso de Sheinbaum se podría decir que era esperado, pero tenían que cumplir con el protocolo de la encuesta, para no herir susceptibilidades, aunque terminaron hiriendo a Marcelo Ebrard, pues se salió de la contienda unas horas antes de los resultados finales, señalando siempre la cargada masiva que se observó en todo el proceso hacia beneficio de Sheinbaum. Sin embargo, fue un proceso nunca visto, prácticamente en campaña, aunque no era campaña, recorriendo todo el país y con la seguridad de que internamente se estaban jugando la presidencia, pues minimizan a la oposición para que gane en el 2024.
La única diferencia real y consistente que veo entre estas dos mujeres, apreciable lector, y por favor si usted no coincide conmigo, no se enoje, no haga corajes; es que Xóchitl Gálvez a pesar de que también fue elegida por el presidente, “indirectamente”, la militancia de PRI, PAN y PRD, se alinea por voluntad propia con ella, el segundo más fuerte del PAN era Santiago Creel, hasta “lágrimas de cocodrilo” le salían cuando despotricaba contra AMLO, y solito declinó a favor de Gálvez; por último tuvo que hacerlo la priista Beatriz Paredes, quizá incómoda porque ni si quiera dejaron terminar las encuestas, pero muy consciente de que no iba a ser la beneficiada, en pocas palabras, tienen claro que es la mejor apuesta con la que la oposición puede blofear en la presidenciable.
Y por el lado de Sheinbaum, el día que se dio a conocer su triunfo, pudimos observar que por lo menos a dos les tuvieron que torcer el brazo, a Ricardo Monreal y a Adán Augusto, pues, aunque dijeron estar a favor, sus caras y actitudes decían otra cosa, y obviamente Marcelo Ebrard ni se presentó. En conclusión, estos personajes muy relevantes dentro de MORENA no están convencidos de que Claudia es la mejor opción para ellos como partido, en su interior tienen dudas de que sea la mejor apuesta para el 2024, pero se alinean con el líder supremo. Sólo hubo un rebelde, Marcelo, y seguramente habrá “fuego amigo” en el camino de Sheinbaum hacia el 2024.
Solo hay algo seguro, el próximo sexenio, será presidenta.
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