Marshawn Lynch se presentó en el Media Day con recelo. La NFL lo amenazó con una multa de 500 mil dólares si no se presentaba y respondía preguntas.
El corredor lo hizo a su manera. En los menos de cinco minutos que estuvo en el estrado, respondió a 29 preguntas. Todas con la misma frase: “Estoy aquí para evitar una multa”. Comió unos skittles que le aventaron y le lanzó un piropo a una mujer antes de levantarse y dar por terminada la sesión.
Desde 15 minutos antes, cientos de reporteros esperaron al jugador que apenas estuvo presente y que a su modo mostró el desprecio por las entrevistas.
Tras la salida de Lynch, sus compañeros quisieron justificar su renuencia a hablar con los reporteros. El quarterback Russell Wilson respondió a la pregunta ¿qué cambiarías de la NFL? Y afirmó que quería que la Liga dejara de multar a Lynch por no hablar con los reporteros.
El entrenador Pete Carroll aseguró que dejaba que sus jugadores fueran libres, aunque no siempre estaba de acuerdo con sus opiniones.
Con respecto a su segundo Super Bowl consecutivo indicó que lo más difícil de esta semana, era seguir entrenando de la misma manera que lo hicieron durante la temporada.
“Tenemos que evitar tentaciones de hacer cambios, distraernos. Lo que hemos hecho nos trajo hasta este partido”, sentenció, aunque también reconoció que ajustaron el esquema defensivo para cubrir a Rob Gronkowski, ala cerrada de los Patriotas. “Tenemos que encontrar la manera de frenarlo. Creo que tenemos una excelente oportunidad de frenarlo. Kam Chancellor es un profundo fuerte, alto y rápido”, aseguró.
El coach también se dio tiempo para bromear y aseguró que el mejor bailarín del equipo es Richard Sherman, quien del otro lado de la Arena demostró sus habilidades frente a la cámara.
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