By Ayer lunes, el presidente Enrique Peña Nieto cumplió 49 años; los últimos 3 ha sido Presidente de la República. 2014-2015 para él ha sido devastador. Y para colmo de males se le cae el Pastel en plena celebración. ¿Será una premonición?
Un evento desastroso tras otro se ha sucedido desde poco antes: el 30 de junio de 2014, el enfrentamiento en Tlatlaya; el 26 de septiembre, la desaparición de los 43 de Ayotzinapa; el 9 de noviembre estalló el escándalo de la Casa Blanca. Su operación de la vesícula (¿tanta bilis derramada?). Como cereza del pastel, en pleno camino a Francia, la fuga de El Chapo y hace unas horas, el nada prometedor arranque de la #Ronda1.
Annus horribilis para EPN en el que pasó de ser el hombre que Time puso en su portada con el título de Saving Mexico, al editorial de The Economist de “no entienden que no entienden” a… ser la burla del mundo por la “imperdonable” (el próximo festejado dixit) fuga del narco capturado 18 meses antes y que ahora vuelve a ser el más buscado del mundo.
A eso súmele algo personal: su esposa, Angélica Rivera, ya no es un activo. A su supuesto shopping en Beverly Hills, se suman las presentaciones de ella y Sofía con vestidos costosos, la reducción de una reunión anual del DIF en lugar de trimestrales y ahora… tres videos recientes en los que se ven pequeñas desavenencias entre ambos ¡en público! (en Zacatecas,y ahora dos más en Francia). París parece ser, para ellos, la ciudad del desamor).
¿Es verdad que el fin de semana pasado, tras la cena en el Palacio del Elíseo «La Gaviota» Angélica Rivera no abordó el avión presidencial? Rumor que crece y se expande como la humedad, el desamor hace rato que toco a las Puertas de la Casa Presidencial.
Pensando que, con tantas broncas y chamba, sus colaboradores y amigos no tendrán tiempo de pensar qué regalarle, esta columna le presenta algunas sugerencias:
1) La versión mexicana de ¿Dónde está Wally?, adaptada con la desaparición/fuga de ya-saben-quién. Bueno, también podría ser una versión al 2×1: incluir la figura de Rafael Caro Quintero, quien gracias a un amparo, anda libre e ilocalizable.
2) Un Lego City Tren de pasajeros. Digo, recuerde que nos quedamos, junto con los chinos, nada más ‘milando ’ y con las ganas del tren Querétaro-Distrito Federal.
3) Si quiere ser necio e insistir en que el Presidente lea, hay varias alternativas: el más reciente libro de Wilbert Torre, El Despido, donde relata la salida de Carmen Aristegui de MVS Radio y cómo se aceleró a la publicación del reportaje de la Casa Blanca; o Cártel de Sinaloa. Una historia del uso político del narco, un clásico de Diego Enrique Osorno.
Está Las 48 leyes del poder, ese bestseller… o irse por lo clásico: El Príncipe, de Maquiavelo (no confundir, de favor, con El Principito, de Antoine de Saint Exupery).
De perdida este cuento que me encontré ayer en internet: La grandeza de un rey (http://goo.gl/diqtkS) Es sobre un rey que tiene que elegir de entre tres hijos a su sucesor. Sin duda una lectura útil, que podría aplicar ante el intento de sucesión de 2018 que se ve difícil.
No se puede quejar, la lista de regalos está abierta con #RegalosparaEPN. ¿Qué le daría usted?
Campos Elíseos
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