By Por: Luis Manuel Hernandez, PhD, Coordinador de la Mesa de Diálogo LI sobre Nearshoring y Cumplimiento del T-MEC.
En mayo de este año se observó una discrepancia significativa entre la agilidad empresarial y las acciones gubernamentales. Como dijo Winston Churchill: “Que una nación intente alcanzar la prosperidad mediante impuestos es como si un hombre se subiera a un balde y tratara de levantarse por el asa”.
El reciente y riguroso análisis de los aranceles a productos sensibles implementados por el gobierno federal genera inquietud. Si bien apoyamos las iniciativas que fomentan la productividad, los mercados internos y la gestión empresarial, la imposición de aranceles no fomenta la confianza de los inversionistas; por el contrario, frena el flujo de efectivo y promueve la cautela.
Alternativas y desafíos a la dependencia de China en las cadenas de valor
Empezando con la analogía de gravar para prosperar, es evidente que esto no contribuye positivamente. El gobierno genera escepticismo entre los inversionistas, llevándolos a buscar destinos alternativos para sus capitales. Considerando las extensas cadenas de valor de China, nos encontramos en una desventaja considerable.
Con China controlando el 54% del acero global, el 60% del aluminio y aproximadamente el 16% del algodón, cualquier imposición de aranceles, cuotas compensatorias o impuestos impacta directamente la productividad del país. Dentro de los potenciales destinos de inversión en México, hay algunos retos que debemos considerar: Costa Rica, en algún momento, fue el cluster médico de América y podría recuperar ese papel por su capacidad y conocimiento. Adicionalmente, ofrece beneficios fiscales para los inversionistas. Desde mi perspectiva, veremos a este país atrayendo y reubicando operaciones relacionadas con semiconductores, ensambles médicos, medicina, inteligencia artificial y componentes electrónicos a mayor escala en los próximos 3 años. Veremos un fenómeno similar con Vietnam, el sur de Estados Unidos y, en menor medida, con un crecimiento moderado en Brasil. Todos estos países abastecen el mercado interno de Estados Unidos.
Las negociaciones del T-MEC y la posición económica de México
Aunque las regulaciones son necesarias, debemos reconocer que llegaremos a la mesa de negociación del T-MEC con una posición incómoda. Si bien el peso mexicano se mantiene fuerte, es probable que regresemos a niveles previos conforme el mercado se ajuste. La dependencia económica de México de las remesas como parte importante del desarrollo del país expone una realidad de nuestras operaciones: hemos sido superados por otras economías, que están aportando un flujo de consumo en México. Las exportaciones de China seguirán siendo muy relevantes; de su cadena de valor total, 27% están relacionadas con equipo electrónico, 15% con maquinaria, 6% con vehículos y 4% con plásticos. Esto representa más del 52% de las exportaciones del país. Las principales importaciones de Estados Unidos incluyen equipo electrónico (15%), maquinaria (14%), vehículos (12%), petróleo y derivados (8%) y productos farmacéuticos (6%), que suman más del 54% de sus importaciones. ¿Qué significa esto para Tijuana, Baja California y México en términos de la cadena de valor? Esto significa que participar en mercados donde China exporta y Estados Unidos importa es clave para fortalecer nuestras regiones. No estamos hablando de inversiones masivas sino de penetrar la cadena de valor para generar dependencia productiva. Porque China y sus aliados buscan cada vez más tener el control total de la cadena. Aunque imponer aranceles impacta las operaciones estatales, puede ser una respuesta del gobierno federal para apoyar indirectamente a Estados Unidos, demostrando que también apoyamos reducir la dependencia de China. Sin embargo, el costo para los consumidores será muy alto.
Estrategias para fortalecer la competitividad de Baja California
Baja California tiene un alto potencial para convertirse en una zona estratégica para el país en 2030. A un nivel económico menor, en comparación, China tiene el mayor consumidor y productor del mundo, así como empresas, apoyo gubernamental y fuerte comercialización. Nuestro estado tiene el mayor número de empresas que participan en el sector exportador del país, y su derrama económica ha crecido 4.5 veces de 2009 a 2024. Lo que se espera para 2025 es que los términos de negociación beneficien a Baja California en los sectores médico, automotriz, electrónico y tecnológico. No perdamos de vista que estaremos a nivel país con 50% del mercado en informalidad, lo que requerirá ajustes estratégicos que deberemos compensar con productividad, inversión en activos y blindaje de la cadena de valor.
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