Los rebeldes prorrusos se preparaban hoy para defender Donetsk, su principal bastión en el este de Ucrania, ante el avance de las tropas ucranianas, que conquistaron varias ciudades este fin de semana, incluyendo Slaviansk, que los insurgentes abandonaron sin combatir. Tras lo que uno de ellos denominó un «repliegue táctico» de Slaviansk, varios líderes separatistas afirmaron estar decididos a combatir en Donetsk.
El «viceprimer ministro» de la república autoproclamada de Donetsk, Andrei Purguin, dijo a la AFP que los rebeldes «posiblemente» no tenían los efectivos suficientes para resistir al ejército. «Si ellos (las fuerzas de Kiev) empiezan a arrasar esta ciudad como hicieron en Slaviansk, espero que la gente no se quede de brazos cruzados en sus casas ante el exterminio de miles de civiles pacíficos», añadió.
Sobre una ayuda de Rusia, Purguin destacó la ayuda humanitaria, médica y diplomática, si bien no hizo referencia a ningún apoyo militar. La ayuda militar «debe responder a (las resoluciones) del Consejo de Seguridad de la ONU, al mantenimiento de la paz o a las situaciones de catástrofe humanitaria», indicó el líder rebelde, quien únicamente ve en Donetsk «una tragedia emocional».
La ciudad estaba tranquila en la mañana del lunes y no se notaban preparativos militares ni se veían hombres armados en las casi desiertas calles del centro. Resulta difícil evaluar el potencial militar de los insurgentes, quienes dispondrían de algunos miles de combatientes en las regiones de Donetsk y Lugansk, la otra región rebelde.
Durante el fin de semana, columnas de vehículos, entre ellos blindados y camiones con cañones antiaéreos, entraron en la ciudad con cientos de hombres. Defender una gran ciudad como Donetsk no es fácil. Los rebeldes han puesto retenes en las grandes arterias de la ciudad.
No obstante, las cosas tampoco serán fáciles para el ejército ucraniano, cuya entrada con tanques y blindados podría poner en peligro al millón de habitantes de Donetsk, que el presidente ucraniano, Petro Poroshenko, prometió proteger. Los rebeldes disponen de numerosas armas de este tipo y una eventual guerrilla urbana causaría un derramamiento de sangre.
Según el ex ministro de Defensa interino, Poroshenko diseñó una estrategia de «bloqueo» de Donetsk y Lugansk, que llevaría a los rebeldes a «entregar las armas». Resulta difícil predecir en qué medida los habitantes de Donetsk están dispuestos a ayudar a los insurgentes. El domingo, más de dos mil partidarios de la «República Popular de Donetsk» se reunieron en el centro de la ciudad, afirmando que tenían la intención de defenderla.
Tampoco es fácil saber cómo reaccionará Moscú. Los analistas ucranianos interrogados por la AFP consideran improbable una intervención militar rusa. El analista político del Instituto de Cooperación Euroatlántica, Volodimir Gorbach, descartó la posibilidad de que soldados rusos entren en Ucrania. «El presidente ruso no ha optado por intervenir directamente» y «nada parece indicar que vaya a cambiar de táctica», estimó.
Sin embargo, tras el primer éxito militar de las tropas ucranianas el sábado con la toma de Slaviansk y Kramatorsk, Kiev es más propenso a seguir por la vía militar que la diplomática, tal y como pretenden los países occidentales y Moscú. En el este del país, explosiones en las últimas 24 horas dañaron dos puentes de ferrocarril, situados en la región de Lugansk, y un viaducto ferroviario situado en la gran ruta Slaviansk-Donetsk-Mariupol, en la vecina región de Donetsk.
Por otra parte, cuatro personas, que dicen ser miembros de «grupos de autodefensa», resultaron heridas en un tiroteo con armas no letales en Maidan, la plaza central de Kiev, ocupada permanentemente por cientos de manifestantes, indicó hoy la policía. La plaza de la Independencia, conocida como Maidan, se convirtió desde noviembre de 2013 en el lugar de protesta contra el presidente Viktor Yanukovich, destituido en febrero.
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