El senador conservador Rand Paul se convirtió este martes en el segundo republicano en lanzarse a la carrera presidencial estadounidense para suceder a Barack Obama en 2016, exhibiéndose como el candidato «de la libertad» frente al gobierno federal.
Paul, un conservador «libertario», electo al Senado en 2010 con gran apoyo del movimiento anti-Estado y anti-impuestos Tea Party, no tardó en atacar el status quo, incluso en su propio partido.
«La maquinaria de Washington que se traga nuestras libertades e invade cada rincón y grieta de nuestras vida debe ser detenida», dijo Paul ante simpatizantes en Louisville, Kentucky (centro-este), de donde es senador.
«La deuda se duplicó bajo una administración republicana y se está triplicando bajo los ojos de Obama», añadió, señalando que los republicanos muchas veces habían «desaprovechado» su tiempo en Washington.
Con 52 años, Paul se convirtió en el segundo candidato a oficializar su ambición de llegar a la Casa Blancael año próximo, luego de que su colega Ted Cruz lo hiciera hace dos semanas apelando a la derecha religiosa.
Jeb Bush, hermano del exmandatario George W Bush y primero en las encuestas, aun no ha dado el paso pero su candidatura es casi un hecho consumado, al igual que la de la demócrata Hillary Clinton.
Rand Paul, un médico oftalmólogo, lanzó su carrera política en 2009 desafiando al «establishment» republicano, cuando apenas se levantaba la ola del movimiento anti-impuestos y anti-Estado que dejaría una gran marca en el seno del partido durante la era de Obama: el Tea Party.
– A la búsqueda del electorado negro –
Ahora, presentándose como un «nueva clase de republicano», intentará aglutinar a la vez a los ultraconservadores en las primarias, y ampliar la base electoral del partido apelando a los jóvenes, las minorías y los centristas -un delicado acto de equilibrio.
En estilo y fondo, Rand Paul quiere distinguirse de sus competidores y renovar la imagen y el electorado del envejecido partido Republicano.
Una estudiante y un reverendo negro, ex demócrata, le antecedieron en la palabra. La música pasó del funk a Metallica. Y su equipo adelanta una agresiva campaña en Twitter y Facebook para reclutar seguidores.
«El mensaje de libertad, oportunidad y justicia es para todos los estadounidenses, sea que vistas un traje, un uniforme u overol, ya seas blanco o negro, rico o pobre», dijo Paul.
«Rand Paul está en la mejor posición para lograrlo, no solamente por sus ideas, sino por la imagen que pacientemente trata de formar, la de un hombre que teje lazos concretos y sustanciales con la comunidad negra», dijo a la AFP, Niger Innis, director ejecutivo del sitio TheTeaParty.net
Sus ideas son herencia de la tradición libertaria (conservador en asuntos económicos pero liberal en asuntos sociales) de su padre, Ron Paul, quien fue tres veces candidato presidencial.
Rand Paul está en guerra con los neoconservadores de su partido, denuncia el intervencionismo de los años Clinton, Bush y Obama, y promueve un programa económico ultraliberal.
Es un fuerte crítico del programa de vigilancia de la NSA (Agencia de Seguridad Nacional) y propone una reforma al sistema penal, que encarcela desproporcionadamente a jóvenes negros.
Pero también lanzó caramelos a la base republicana, inquieta por sus posturas tildadas de aislacionistas en el pasado, jurando combatir el «islam radical» y endureciendo su discurso sobre política extranjera.
Para diferenciarse del pelotón de aspirantes republicanos, Paul puede contar con seguidores más motivados y más jóvenes que los de sus contrincantes. Las actividades que le esperan esta semana en cuatro estados clave de las primarias darán cuenta de su capacidad de movilización.
«Es muy importante para los votantes jóvenes», dice a la AFP Matt Kibbe, presidente de la organización Freedomworks, que describe como un motor del «movimiento de la libertad». «Los temas tradicionalmente republicanos como la tasa marginal de impuestos no resuena con los jóvenes que están saliendo al mercado laboral, así que los temas de justicia resuenan muy bien».
Los demócratas, por su lado, insisten en subrayar las radicales posturas económicas de Paul.
«Él dice que es algo diferente, pero cuando miras, es igual a cualquier otro aspirante presidencial republicano: bueno para los más ricos y malo para la clase media», dijo en un comunicado la presidenta del partido Demócrata, Debbie Wasserman Schultz.
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