Queman autos policiales en protesta alemana anti austeridad

Manifestantes incendiaron al menos dos autos policiales el miércoles mientras las autoridades enfrentaron a activistas anti austeridad de izquierdas que intentaban boicotear la ceremonia de inauguración de la nueva sede del Banco Central Europeo (BCE) en Fráncfort, Alemania.

Un agente resultó herido por las piedras lanzadas por manifestantes cerca de la ópera Alte Oper de la ciudad, dijo la policía.

La policía levantó barricadas e instaló alambre de cuchillas en torno a la sede del BCE en preparación para manifestaciones contra las medidas de austeridad gubernamentales y el capitalismo. Los activistas actuaron contra la entidad por su papel supervisor en los esfuerzos para moderar el gasto y reducir la deuda en países con problemas económicos como Grecia.

La alianza Blockupy dijo que activistas tenían previsto bloquear la nueva sede del BCE antes de la ceremonia de inauguración del edificio el miércoles.

Se espera que unas 10.000 personas se manifiesten en la principal plaza del centro financiero alemán, Roemerberg. Los organizadores habilitaron un tren especial para llevar a activistas desde Berlín y trasladaron a otros en autobús desde varios puntos de Alemania y otros países europeos.

La policía de Fráncfort dijo que prevé que la mayoría de los manifestantes sean pacíficos, pero que elementos violentos pueden emplear las la multitud como tapadera.

El BCE forma junto a la Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional la conocida como «troika», que vigila el cumplimiento de las condiciones de los rescates a Grecia y otros países europeos en apuros económicos. Entre los requisitos están la reducción del gasto y el déficit, medidas que buscan controlar la deuda pero que son considerados también responsables de las altas tasas de desempleo y el lento crecimiento.

El nuevo gobierno de izquierdas de Grecia culpa a estas políticas de la «crisis humanitaria» en el país, que ha sumido en la pobreza a pensionistas y desempleados.

El presidente del BCE, Mario Draghi, ha pedido a gobiernos con las cuentas saneadas como el alemán que aumenten el gasto” una petición en su mayoría ignorada por los líderes.

El BCE planea estar «completamente operativo» durante la protesta, aunque algunos de sus empleados podrían trabajar desde casa.