Estados Unidos instó hoy a Turquía a participar más activamente en la lucha contra el grupo Estado Islámico (EI) en la frontera con Siria, cuando el jefe estadunidense de la coalición que combate al grupo extremista visita Ankara.
“Son necesarias medidas urgentes y rápidas para detener las capacidades militares del EI y el general (John) Allen y (su adjunto), el embajador (Brett) McGurk lo dirán claramente en sus reuniones con responsables turcos”, dijo la portavoz del Departamento de Estado, Jennifer Psaki, en rueda de prensa.
Estados Unidos ha expresado en los últimos días su frustración ante la reticencia de sus aliados turcos a incursionar militarmente en Siria. En un esfuerzo por tratar de convencer al gobierno turco, Washington envió a Ankara al general Allen y a McGurk, quienes prevén reunirse hoy y mañana con el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu.
“Turquía está bien situada para contribuir a los esfuerzos de la coalición para vencer al EI: cooperación militar, bloquear el financiamiento al terrorismo, detener el flujo de combatientes extranjeros, prestar asistencia humanitaria y deslegitimar la ideología extremista del EI”, detalló Psaki.
“Hablamos de esfuerzos a largo plazo y parte de las conversaciones versará sobre la contribución militar”, insistió la portavoz. Los yihadistas del EI continuaban avanzando hoy hacia el centro de Kobane después de haber tomado un tercio de la ciudad kurdo-siria, adonde Turquía se niega comprometer tropas.
“Pese a la resistencia feroz de las fuerzas kurdas, el EI avanzó por la noche y se adueñó de más de un tercio de Kobane”, afirmó a la AFP el director del Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH), Rami Abdel Rahman. “Los yihadistas se han apoderado del edificio de las fuerzas de seguridad kurdas, en el noreste de la ciudad”, añadió el director de esta ONG siria.
Los combatientes kurdos que defienden Kobane saben que dependen de sus propias fuerzas, ya que Washington ha reconocido que los bombardeos aéreos de la coalición no bastarán para salvar la ciudad del asalto yihadista.
“No es realista esperar que Turquía dirija una operación terrestre por su cuenta” declaró el canciller turco, Mevlut Cavusoglu, tras reunirse con el secretario general de la ONU, Jens Stoltenberg.
Kobane se ha convertido en un símbolo de la resistencia ante el imparable EI en Siria, y su caída ante medios de comunicación del mundo entero, que están apostados en el lado turco de la ciudad, sería una victoria rotunda. Nuevos ataques aéreos se produjeron el jueves en la noche (hora local), informó el OSDH.
Previamente la coalición liderada por Estados Unidos destruyó dos unidades militares del EI, un edificio que los albergaba y dos vehículos, así como un campo de entrenamiento. “Las indicaciones son que la milicia kurda aún controla la mayoría de la ciudad” aseguró una fuente militar estadunidense.
“Los ataques aéreos no ayudan por sí solos” explicó sin embargo un refugiado de Kobane a la AFP. Once combatientes del grupo islamista murieron y cuatro fueron capturados, informó el Observatorio.
Con tanques y armas sofisticadas, el EI batalla desde el lunes contra unos milicianos kurdos menos numerosos y peor armados. Si toman Kobane por completo, los yihadistas controlarán una franja ininterrumpida en el norte de Siria, bordeando la frontera con Turquía.
Unas 500 personas han muerto en los enfrentamientos y unas 300 mil han abandonado la región, dos tercios hacia Turquía desde que se inició el asalto a mediados de septiembre.
El presidente Barack Obama reconoció de nuevo, tras una reunión con su estado mayor, que este pulso con los yihadistas “no es algo que se vaya a resolver de la noche a la mañana”. Según el Pentágono haría falta el concurso de tropas “competentes” en Siria.
Según Martin Dempsey, jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, los yihadistas han adoptado una táctica más escurridiza desde que empezaron los ataques aéreos.
“Ya no plantan banderas ni se desplazan en grandes convoyes como hacían antes (…) Tampoco establecen cuarteles generales que sean visibles”, dijo el general a la cadena ABC.
El coordinador de la alianza internacional, el general en retiro John Allen y el enviado especial estadunidense en Irak, Brett Mcgurk, viajaron a Ankara para presionar al gobierno.
El Parlamento turco autorizó al gobierno a intervenir contra los yihadistas en Irak y Siria, pero de momento Ankara se niega a apoyar a las milicias kurdas que defienden Kobane.
El gobierno turco prefiere la creación de una zona de separación en el norte de Siria para proteger a los refugiados y las zonas bajo control de los rebeldes moderados, una opción que no está sobre la mesa en este momento.
Rusia puntualizó por su lado que la eventual creación de esa zona deberá ser aprobada por el Consejo de Seguridad de la ONU. La batalla de Kobane ha enfurecido a los kurdos de Turquía, que exigen que Ankara ayude militarmente a esta localidad. Al menos 23 personas han muerto durante las protestas.
Las manifestaciones de kurdos en Europa también continuaron hoy. Por otra parte el OSDH informó también de bombardeos de la aviación siria en la localidad de Irbin, en manos de los rebeldes, con al menos 25 muertos.
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