Ante la alta inversión y su nivel de riesgo, será prácticamente nulo el interés de los transportistas mexicanos de obtener el permiso para prestar servicios internacionales de autotransporte de carga de largo recorrido entre México y Estados Unidos, aseguró la Canacar.
El permiso que autoriza el traslado de mercancías desde Estados Unidos y Canadá hacia México y viceversa, recién aprobado por los gobiernos de estos países, permitía implementar las disposiciones del TLCAN en materia de transporte, luego de 15 años.
José Refugio Muñoz López, vicepresidente ejecutivo de la Canacar, consideró que una empresa que busque atacar ese mercado requiere hacer fuertes inversiones en infraestructura, logística, financiamiento, pero que podría ser difícil de recuperar.
“Es demasiado complicado y además muy riesgoso… mientras no se resuelva el problema de los tiempos de los cruces, lo que se tarda en pasar un camión de México a Estados Unidos y el trato discriminatorio en las revisiones, no hace atractiva la participación del transportista mexicano”, resaltó Muñoz.
Para participar, el transportista requiere hacer una inversión que comprende poner una oficina de representación en cada entidad de Estados Unidos, adquirir camiones que se acoplen a la normas de ese país, capacitar choferes para que hablen 100 por ciento inglés, pagar seguros y conseguir clientes de Estados Unidos para traer carga a México.
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