El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, urgió hoy a israelíes y palestinos a “alejarse del precipicio” y regresar a las conversaciones de paz antes de que el tiempo se agote. “Los pueblos israelí y palestino se enfrentan a un destino compartido en una tierra compartida. No se borra a la otra”, dijo Ban en un comité de la ONU dedicado a los derechos palestinos.
“Temo que con cada día que pasa la gente de la región está perdiendo el sentido de la conexión, de la empatía, y del entendimiento mutuo”, señaló Ban en un discurso con motivo del Día Internacional de Solidaridad con el Pueblo Palestino. “Cuando eso ocurre, no se está lejos del precipicio”, añadió el secretario general de la ONU.
El secretario general llamó “a las partes a alejarse del precipicio y encontrar el sendero de paz antes de que la esperanza y el tiempo se agoten”. Sus comentarios reflejan la alarma internacional sobre la avalancha de violencia en Jerusalén y el punto muerto sobre las conversaciones de paz que hacen temer otro brote en Gaza como el de la reciente guerra que duró 50 días.
La falta de paz aparece acompañada de la campaña israelí de construir asentamientos en territorio ocupado y frustran la meta de Naciones Unidas de una solución a dos Estados: Israel y un nuevo Estado palestino.
Ante la falta de solución política, gobiernos y parlamentos de Europa están reconociendo un Estado palestino. La Asamblea Nacional de Francia debatirá una resolución sobre ello este viernes y votará el próximo 2 de diciembre.
“Nosotros, así como la comunidad internacional, debemos asumir la responsabilidad por lo que es un fallo colectivo para avanzar en una solución política para el conflicto palestino-israelí”, dijo Ban. “El ciclo sin sentido de destrucción debe terminar. El círculo virtuoso de paz debe comenzar”, aseguró.
Además, volvió a expresar su preocupación por la escalada de la violencia que se vive en Jerusalén y en Cisjordania y lamentó que “extremistas de los dos bandos” sean lo que están “dictado la agenda”. Ban se refirió también a la situación en Gaza y destacó las consecuencias de los “50 brutales días” vividos este verano.
“¿Qué salió de ahí? Casi 2,200 palestinos y 70 israelíes muertos. Las viviendas de más de cien mil palestinos en Gaza destruidas o no aptas para vivir. Infraestructuras clave en Gaza están en ruinas. Decenas de miles de palestinos siguen desplazados y la gente de los dos lados no está para nada más cerca de una seguridad duradera”, enumeró.
Según destacó, la estabilidad a largo plazo en la franja depende de que se dé respuesta a las causas subyacentes del conflicto y pasa por, entre otras cosas, el levantamiento del bloqueo, el fin de la ocupación y una situación de seguridad para Israel.
Ataque en Jerusalén
De otra parte, dos ultraortodoxos judíos, uno de 45 años y otro de 32, denunciaron hoy a la Policía israelí haber sido atacados en la ciudad vieja de Jerusalén por presuntos palestinos, mientras se investiga si se trata de un nuevo ataque nacionalista o de una trifulca. El primero de los dos individuos ingresó en un hospital de la ciudad con una puñalada en el pecho, y el segundo con heridas también de arma blanca en el cuello y en la mano.
La Policía israelí informó en un comunicado de que investiga los sucesos y si las agresiones fueron precedidas por algún tipo de trifulca entre los ortodoxos y vecinos palestinos, o si por el contrario las agresiones tienen un móvil nacionalista. Según la investigación preliminar, las dos víctimas fueron agredidas mientras caminaban por la ciudad vieja, aunque se desconoce por ahora si por un mismo autor.
En una redada por las calles de esa ciudadela, la policía ha arrestado a tres miembros de la comunidad palestina. La tensión en Jerusalén ha repuntado desde el pasado mes de junio, con sucesivos ataques palestinos -el último el lunes pasado contra una sinagoga en la que fueron asesinados cuatro rabinos y un policía- y constantes enfrentamientos de manifestantes palestinos con la policía israelí.
En otro suceso aparentemente nacionalista denunciado en la mañana de hoy, un palestino de 18 años del barrio de Ras El Amud, en Jerusalén Este, dijo haber sido agredido a golpes por tres jóvenes judíos que le causaron varias contusiones en el abdomen y las extremidades inferiores, según informó la página en internet del diarioYediot Aharonot.
La policía israelí ha abierto una investigación sobre el suceso, que se produjo en el barrio judío de Pisgat Zeev, en una zona del norte de la ciudad construida sobre territorio palestino ocupado por Israel en 1967. La actual escalada de violencia comenzó en junio con el asesinato de tres adolescentes israelíes en Cisjordania a manos de islamistas y la posterior venganza de radicales judíos que quemaron vivo a un adolescente palestino.
La guerra en Gaza el pasado verano, sucesivas visitas de políticos israelíes a la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén, o Monte del Templo, la expansión de la colonización judía en Jerusalén Este y un exacerbado discurso por parte de los dirigentes israelíes y palestinos han elevado la tensión en la zona hasta niveles sin precedentes desde la segunda intifada, de entre 2000 y 2004.
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