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Peña Nieto se niega a hacer cambios en el Gabinete. Continuará con su Gobierno fallido.

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El País no tiene rumbo ni destino. La Delincuencia Organizada parece que es quien maneja la Agenda de Seguridad Nacional. ¿Después del viernes negro en Jalisco, que sigue? ¿Qué razones tiene el Presidente Peña Nieto, para retrasar los cambios en su Gabinete? Las razones pueden ser muchas y muy variadas. Lo ciertos es que abundan las evidencias de que gobernadores, diputados, senadores y hasta colaboradores cercanos —todos del PRI—, dejan solo al Presidente.  


Los ejemplos de servidores públicos ineficaces que no hacen su trabajo de manera correcta —y algunos que de plano ni lo intentan—, están a la vista de todos. Con ello contribuyen al imaginario colectivo de que el de Peña Nieto es un gobierno fallido.  


Y no queda claro si el alejamiento e incumplimiento de las tareas encomendadas —a gobernadores, colaboradores y legisladores que de plano parecen haber “pintado su raya” respecto al Presidente—, es parte de la sucesión adelantada o porque ya no ven futuro cerca del Ejecutivo Federal. Este 5 de mayo el Presidente ni siquiera se paro en Puebla para Presidir -como corresponde- la Festividad del Aniversario de la Batalla de Puebla, que hasta al Presidente Barack Obama, le provoca gritar «Viva México» desde La Casa Blanca. 


Regresando al tema del Gobierno Fallido – Lo cierto es que —por ejemplo—, si cada parte involucrada en la seguridad y en el combate el crimen hubiese hecho su tarea, grupos criminales como el CJNG no se habrían consolidado y hoy no se habría llegado al llamado “viernes negro”, en donde el Estado todo; los tres Poderes y los tres órdenes de gobierno, fueron rebasados por la banda criminal. ¿Será que alguien tiene duda, sobre esto aún? 


Basta recordar que el diagnóstico que presentó en su toma de posesión Peña Nieto, incluyó a Jalisco como foco rojo de violencia. Más aún, en los casi tres años de la gestión de Peña, en Jalisco han muerto por lo menos 30 servidores públicos, algunos cercanos al gobierno estatal, sin contar con las matanzas de policías y militares.  


¿Y cual es la reacción de Aristóteles Sandoval? El bajo perfil. ¿Por qué? Porque ingenuo hasta el delirio —igual que otros gobernadores—, el priísta gobernador de Jalisco dedica el tiempo a preparar su candidatura presidencial. Los escándalos del crimen organizado y el CJNG que los resuelva el Presidente Peña, que para eso le pagan.  


Y si en Jalisco dejaron solo al Presidente —y con la víbora chillando—, las bancadas del PRI en San Lázaro y Reforma no están mejor. A ningún diputado o senador del PRI le importó incumplir el compromiso del decálogo presentado por Peña Nieto el 27 de noviembre de 2014, en respuesta a la crisis de Iguala. Y salvo el diagnóstico de la Justicia Cotidiana y las leyes anticorrupción y de transparencia, el resto del decálogo fue ignorado por los legisladores del PRI, quienes dejaron solo y en ridículo al Presidente. Y si el decálogo no servía, nadie tuvo agallas para decirle al Presidente. Pero el engaño no fue al Presidente, sino a los ciudadanos.  


También las bancadas del PRI en senadores y diputados dejaron sólo a Peña en un compromiso con Miguel Mancera. Como saben, el Presidente se comprometió a impulsar la nueva Constitución para el Distrito Federal. Pero al cuarto para las 12, y por razones electorales, los diputados del PRI dejaron a Peña y a Mancera colgados de la brocha.  


En el caso de Rodrigo Vallejo —hijo del ex gobernador Fausto Vallejo—, liberado al pagar siete mil pesos, la PGR y el Poder Judicial no sólo dejaron colgado de la brocha al Presidente, que había presumido la solución en Michoacán como el gran logro, sino que engañaron a los ciudadanos.  


Según la videoteca de La Tuta, el hijo de Vallejo no solo era su gran amigo, sino que los videos ratifican la complicidad de Vallejo con el jefe templario. En ese caso el ridículo fue del Presidente, de la PGR, de Gobernación y del Poder Judicial.  


Pero el mayor escándalo es que un juez federal obligó a la PGR a reponer el proceso penal contra María de los Ángeles Pineda, esposa de José Luis Abarca, porque la PGR de Jesús Murillo hizo mal su trabajo. 

Y aún así, Peña se niega a hacer cambios. Al tiempo

Itinerario Político / Ricardo Alemán 



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