Por primera vez desde 2010, el zurdo mexicano mexicano Óliver Pérez empezará los entrenamientos primaverales sin tener la presión por ganar un puesto en las Grandes Ligas. El sinaloense, quien volvió a un plan estelar en su carrera luego de que los Mets lo dejaron en libertad en 2011 pese a que tenía un contrato de 12 millones de dólares, volverá esta temporada sin complicaciones para su segundo año con los Diamantes de Arizona.
El lanzador, quien ahora se desempeña como un relevista especialista en retirar a bateadores zurdos, no tiene problemas en recordar cómo es que fue dejado en libertad por los metropolitanos, antes de cumplir su tercer año de contrato, y cómo logró regresar a Grandes Ligas un año después con los Marineros de Seattle.
“Las cosas siempre pasan por algo. Uno como deportista siempre intenta hacer lo mejor, demostré que me había ido mal por una lesión, que no fue por mí, pero no lo pude lograr y aceptamos las cosas como son”.
El lanzador llegó en 2011 a la organización de los Nacionales de Washington, en la categoría Doble A y aunque nunca logró escalar de ese nivel, fue ahí, donde encontró el mejor consejo.
“Estando en Harrisburg, en la Doble A de los Nacionales, Spin Williams, quien fue mi coach de pitcheo en los Piratas de Pittsburgh (de 2003 a 2005), me dijo, que durante toda mi carrera yo había tenido muy buenos números contra los bateadores zurdos, y que la manera más rápida de llegar a Grandes Ligas era como lanzador de bullpen”, recordó.
Esa temporada Óliver tuvo 16 apariciones con el equipo de ligas menores, 15 en plan como relevista, con récord de tres victorias y cinco derrotas con 3.09 de porcentaje de carreras limpias permitidas. En invierno con los Tomateros de Culiacán también fungió como relevista y al siguiente año recibió un contrato de ligas menores con los Marineros de Seattle.
Pérez no pudo empezar la temporada en Grandes Ligas y se quedó en Triple A. Justo un día antes de que venciera el plazo de su contrato, fue llamado al equipo grande. Pérez se mantuvo en Seattle en 2012 y 2013, y en 2014 llegó como agente libre a Arizona, con una firma por dos años y 4.25 millones de dólares.
Esta temporada Arizona estrenará manager con Chip Hale y Pérez sabe que eso le podría traer cambios.
“Yo estoy a gusto con mi rol, pero llega un nuevo manager y pues hay que estar listo para todo lo que pudiera venir. Si me necesitan poner a abrir, me quieren poner a batear, pues vamos a estar listos para todo”, indicó.
En 1999, con 19 años, Óliver cumplió un sueño al debutar con los Tomateros de Culiacán, el equipo de su ciudad en la Liga Mexicana del Pacífico. En el estadio General Ángel Flores, que terminó su ciclo de uso el mes pasado.
“A mí me gustaría todos los inviernos poder venir a jugar con mi equipo, pero bueno a veces no se puede. Al final de la temporada el equipo (Arizona) vio los innings que lancé y las apariciones que tenía y decidieron que no viniera.
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